|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Recién presentada en el Festival Internacional de cine de Cannes, tras haber abierto fuera de concurso el certamen europeo más famoso del mundo, ya está en las carteleras 'El rey de la comedia' (1982) dirigida por Martin Scorsese.
La película tiene de entrada varios atractivos que hace que el espectador desee verla.
Por un lado saber qué es capaz de hacer un director como Martin Scorsese, habitual en filmar films de acción y violencia ante una comedia.
Por otro contemplar cómo se enfrentan dos actores como Robert De Niro y Jerry Lewis a los que se les han cambiado sus papeles.
La cinta nos presenta a un aspirante a cómico, Rupert Pupkin, que pretende que Jerry Langford le dé la oportunidad de participar en su semanal show televisivo.
Tras hacerle un favor, pagado con una promesa de darle esa oportunidad, el aspirante se ve burlado y recurre a la violencia para conseguirlo, secuestrándolo.
Contestemos ahora a los interrogantes antes expuestos.
Martin Scorsese creemos que si ha pretendido hacer una comedia ha fracasado, porque Dios no le ha dotado para ese género.
Durante una hora se lleva repitiéndonos lo mismo.
La película se alegra un poco de ritmo cuando entra la acción en la segunda parte, que es lo que el director sabe hacer muy bien, como ya lo demostró en 'Taxi Driver' (1976), título con el que el presente tiene ciertas concomitancias, en ese protagonista que quiere hacerse famoso y destacar a toda costa, como el taxista del mencionado film.
Si lo que ha pretendido hacer es desmontar los mitos, de los ídolos de barro de la televisión norteamericana y la soledad del hombre que ha llegado a la cumbre y que ha de refugiarse en la calle y en las gentes, ha triunfado.
En cuanto al enfrentamiento de los dos personajes-actores, son complementarios entre sí y como decíamos antes, han cambiado los papeles ya que el público, que espera ver a Jerry Lewis divertido y gracioso, se encuentra un Jerry Lewis serio, amargado, solo en su triunfo, y al que no se le da ni siquiera la oportunidad de verle hacer el show en el papel que representa en esta cinta como figura de su programa de televisión, lo cual hubiera sido una buena excusa para mostrar esa otra faceta que es la suya.
En cambio a Robert De Niro, el actor duro de otras películas anteriores como 'El cazador' (1978), por la que obtuvo el Oscar, le vemos en un personaje de un tipo de cómico a la italiana, con mucho braceo y apoyo en los gestos, histriónico, falsesco y entretenido a un tiempo, con ganas de llegar a ser famoso, aunque sea a costa de pasar por la cárcel, tras cometer el secuestro de su ídolo.
Ambos están bien en sus respectivos cometidos como corresponde a su categoría de actor conseguida.
No obstante seguimos pensando que preferimos a Martin Scorsese en sus habituales títulos dramáticos y de acción a los que le tiene bien cogido el pulso, que aquí tarda en llegar al momento del secuestro y se reitera en la primera parte en la que le falla el ritmo en ocasiones.
El experimento no deja de ser curioso, aunque fallido en parte.
Bafta al mejor guion original. Premio de los críticos de Londres al mejor film del año. Premio a Sandra Bernhard de los críticos americanos.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE