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CRITICA
Por: PACO CASADO
A sus 83 años el veterano director Sidney Lumet, que debutó con 'Doce hombres sin piedad' (1957) que le dio su primera nominación al Oscar, vuelve a su género preferido y en el que mejor se maneja con más de media docena de títulos interesantes ('Supergolpe en Manhattan' (1971), 'Serpico' (1973), 'Tarde de perros' (1975), 'El príncipe de la ciudad' (1981), 'Veredicto fina'l (1982), 'Negocios de familia' (1989)) que se podrían incluir en la mejor antología del género policiaco.
Para esta su película número 44 se basa en el primer guion que escribe Kelly Masterson adaptando su novela que cuenta los apuros económicos de dos hermanos, Andy, un ejecutivo adicto a las drogas que hace pequeños desfalcos en su empresa, casado, con una guapa y joven mujer cuyo matrimonio hace aguas, y Hank, el hermano pequeño, divorciado y en apuros para pagar la pensión alimenticia de su hijita y con una relación adúltera con Gina, la mujer de su hermano.
El primero le propone al segundo un golpe perfecto y limpio, atracar la joyería del padre y que el seguro pague lo robado y ellos sus deudas.
El robo en la joyería familiar se desmorona arrasando a los hermanos proagonistas hacia un caos imparable.
Pretenden que todo transcurra sin violencia, pero no han contado con el destino y todo les sale mal, provocando una tragedia que acrecienta el dilema moral.
El título está extraído de un viejo dicho irlandés, que se incluye al comienzo: "Ojalá puedas pasar en el cielo media hora antes que el diablo sepa que has muerto".
Con una intensa narrativa, este psicológico thriller no deben perdérselo los espectadores que gustan del suspense.
Un guion muy bien escrito que incluye temas como la ambición, el crimen, las relaciones familiares, el adulterio, el robo, el remordimiento, la avaricia, la lucha por la supervivencia, la venganza, en una historia en la que no hay héroes y todos terminan siendo villanos aunque algunos acaben teniendo reacciones humanas y en ellos brille por momentos la esperanza.
El film tiene una imaginativa estructura narrativa con constantes saltos en el tiempo de forma sutil lo que origina diversos puntos de vista de los mismos hechos o perspectivas de distintos personajes, lo que puede resultar un poco enredoso en principio pero al final terminan encajando todas las piezas de este puzzle criminal.
Dispone de un estupendo cuadro de actores, especialmente Philip Seymour Hoffman y Ethan Hawke, que dan intensidad dramática a sus trabajos conforme avanza la trama y se hace más trágica.
Tras 50 años haciendo cine, cuatro veces nominado al Oscar y con una estatuilla honorífica, el veterano Sidney Lumet hace una dirección vigorosa, clásica, sólida, sin temblarle el pulso a pesar de la dureza de la historia, con una limpieza y realismo absoluto, logrando una de las mejores películas de su irregular filmografía.
Ganó el premio Gotham, el Satellite Award y el de la asociación de críticos de Boston. Philip Seymour Hoffman se llevó el premio de la asociación de críticos de Ohio y Amy Ryan el de la asociación de críticos de Los Angeles.
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