|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Fueron muchos los años que la comedia española reinó en nuestras carteleras y aún parece que no nos hemos podido evadir de su influencia a la hora de hacer reír desde una pantalla.
Las cenizas de sus características aún se reavivan de vez en cuando con nuevos títulos.
Ni un director salido de la Escuela de Cine de Madrid con la calificación de cum laude es capaz de librarse de caer en sus redes.
Emilio, instalado en la treintena, continúa viviendo con sus padres mientras prepara oposiciones.
El piso es pequeño y todo le molesta para el estudio, pero tiene la oportunidad de instalarse en el chalet de su rico tío Rafael durante el verano.
Salva, un compañero caradura, llega agobiado por su situación económica y se instala con él, acabándose la tranquilidad, el estudio y todo los demás.
Pronto se ve venir en qué acabará el enredo, con situaciones pretendidamente cómicas a base de la chacha de buen ver, el sexo y las escenas más inimaginables, como que un loro resucite por las buenas.
Al final todo se resuelve feliz y favorablemente para todos, como corresponde a un argumento tan superficial y manido como éste, a base de sal gorda.
Lo mejor, los secundarios, veteranos como María Garralón, Miguel Rellán, Jesús Bonilla o Rosario Pardo, en breves intervenciones, que respaldan a los jóvenes protagonistas.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
TRÁILER'S
BANDA SONORA
CLIPS
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE