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CRITICA
Por: PACO CASADO
Últimamente las biografías se han puesto de moda y sobre todo si son de cantantes, quizás por ello Francia no podía dejar de tener la de su más emblemática figura, la del gorrión de París, Edith Giovanna Gasion (1915/1963) más conocida como Edith Piaf cuya mágica voz la convirtió en una diva.
El director Olivier Dahan no se ciñe a narrar de forma cronológica la trágica vida de Edith Piaf, sino que fragmenta el relato en constantes idas y venidas desde su infancia, pasando por su llegada al éxito hasta su muerte prematura a los 47 años con aspecto de una vieja de 80, debido a su infancia desgraciada, abandonada por su madre, criada en un burdel, quedarse medio ciega, sufrir enfermedades hepáticas, ser descubierta por Louis Leplée el empresario de un cabaret mientras cantaba en la calle, acusada del asesinato de éste, tener multitud de romances que no cuajaron nunca, perder a su hija de dos años por una meningitis y a su amor el boxeador marroquí Marcel Cedrán en un accidente de aviación, hasta caer en las drogas y el alcohol que le llevaron a la tumba.
La trágica realidad superó a la más dramática de las ficciones.
Era una mujer caprichosa, como todos los artistas geniales, con una voz prodigiosa que se convirtió en el emblema de canción francesa de su época, para la que los más famosos compositores le hicieron canciones, e incluso ella misma creó dos de las mejores, El himno al amor y la emblemática La vida en rosa que da título al film, consagrándose como un mito en el célebre concierto en el Carnegie Hall en 1956.
Marion Cotillard, 31 años, galardonada con el César a la mejor actriz de reparto por 'Largo domingo de noviazgo' (2004), mimetiza a la cantante que se convirtió en una leyenda de forma prodigiosa, tanto en lo físico como en lo espiritual, haciendo una interpretación memorable, imitando la mirada, los andares, la delgadez de esta mujer que mientras más se iba consumiendo su cuerpo más depuraba su arte.
Este trabajo le valió ganar el Globo de Oro como mejor actriz de comedia. Es lo mejor de este film junto a la banda sonora con las canciones originales de la Piaf.
No es una biografía completa sino un retrato roto de su tumultuosa existencia en el que siempre faltará algo y en donde los personajes secundarios son apenas esbozados.
En cuanto a la dirección tiene aciertos indudables y el mayor error la excesiva fragmentación narrativa que confunde a veces al espectador en cuanto al lugar y al tiempo.
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