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CRITICA
Por: PACO CASADO
Presentada fuera de concurso en el Festival de Cine de Cannes, es una de las mejores películas de Sergio Leone, que dedicó diez años a su elaboración.
Está basada en la novela A mano armada, de Harry Grey, que es la autobiografía del gángster de igual nombre, encarnado en el film por Robert de Niro con el nombre de Noodles.
Sergio Leone aprovecha el círculo del hampa para recrear casi 50 años de la historia de los EE.UU., desde la década de los años 20 a los 60.
Esta cinta se estrenó en dos partes y ahora, con buen criterio, se nos ofrece de una sola vez, ya que así se puede tener una visión más unitaria del relato, que se inicia con la infancia y los comienzos delictivos en el barrio del East Side de Nueva York, de los dos pequeños protagonistas emigrantes, Max y Noodles, con el inicio de una gran amistad y cómo van de la pillería al robo y posteriormente al crimen y el gangsterismo organizado a lo largo de varias décadas, comenzando en los años 20 con la prohibición de las bebidas alcohólicas para después contarnos sus amores y andanzas ya de mayores, dedicados al crimen organizado, a la venta de bebidas alcohólicas, cuando la ley seca estaba vigente.
La historia abarca varias décadas.
Diez años le costó al director italiano Sergio Leone la organización de este ambicioso proyecto de más de 30 millones de dólares, empleados en la extraordinaria reconstrucción de la época y en la perfecta ambientación, en un relato minucioso lleno de acción que se adorna con historias menudas que configuran la personalidad de los dos protagonistas, contada con constantes saltos atrás.
La historia se inicia con unas crudas y violentas escenas como es habitual en el cine de Sergio Leone y da un salto atrás con el que se remansa la narración en un relato casi todo él interpretado por los dos jóvenes actores que encarnan a los dos protagonistas que mete al espectador en la vida de ellos.
En la segunda parte ya se dejan atrás los comienzos delictivos de los dos amigos, Max y Noodles, sus primeros amores y sigue la continuación de la historia.
Si bien la primera mitad se centra fundamentalmente y casi por entero a la infancia y juventud de los chicos de la pandilla protagonista y sobre todo en los dos amigos, en esta segunda la historia se dispersa algo más, el ritmo se hace más cansino y el relato pierde algo de interés y se redondea el destino de cada uno de los personajes.
A lo largo del metraje Sergio Leone se complica en exceso y quedan algunos cabos sueltos.
Estupendo el reparto de actores que hacen una labor notable, con un extraordinario uso del maquillaje en el envejecimiento de los personaje y excelente el uso de la música de Ennio Morricone.
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