Título: |
EL MAL AJENO |
Título original: |
EL MAL AJENO |
Nacionalidad: |
ESPAÑA de 2009 |
Dirección: |
ÓSKAR SANTOS |
Guión: | DANIEL SÁNCHEZ ARÉVALO |
Fotografía: |
JOSU INCHAUSTEGUI |
Música: |
FERNANDO VELÁZQUEZ |
Interpretes: |
EDUARDO NORIEGA, BELÉN RUEDA, ANGIE CEPEDA, CRISTINA PLAZAS, CLARA LAGO, MARCEL BORRÁS, CARLOS LEAL, LUIS CALLEJO y JOSÉ ÁNGEL EGIDO |
Censura: |
NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 16 AÑOS |
Duración: |
100 MINUTOS |
Por PACO CASADO
Tras pasar sin pena ni gloria por la sección Panorama del Festival de Berlín 2010, con división de opiniones por parte de la crítica, llega a las pantallas comerciales la ópera prima del bilbaíno Óskar Santos, auspiciada por su amigo Alejandro Amenábar a quien conoció al realizar el making off de Mar adentro.
Es la historia de Diego, un médico insensible al dolor de los demás, separado de Pilar, su mujer, y de Ainhoa, su hija adolescente, que un día tras el suicidio del marido de Sara, una de sus pacientes, adquiere el don de curar imponiendo sus manos, algo que sucede con los demás pero no con su propia familia.
Santos tiene la oportunidad de hacer un acertado debut pero lo desaprovecha, a pesar de tener un productor famoso, un guionista prestigioso y un reparto de notables actores de nuestro cine.
No obstante hace una cuidada realización que empieza bien, con una buena puesta en escena y obteniendo una notable labor de los actores, sin embargo no es capaz de enderezar el guión de Daniel Sánchez Arévalo que se tuerce en el último tercio de la película haciéndose confuso y embarullado, sin que termine de aclarar nuestras ideas, de darnos una explicación convincente y de lograr atar todos los cabos sueltos de un relato algo complicado, con excesivas pretensiones de mezclar géneros: el drama, el thriller, lo sobrenatural, lo espiritual, sin que consiga equilibrarlos.
Está logrado el ambiente hospitalario, aunque por momentos parezca un capítulo de la serie Hospital central. Las curaciones quedan sin explicación sin decidirse por lo sobrenatural, lo científico médico o lo espiritual y acaban sin tener mucho sentido. Las relaciones entre Diego e Isabel son intermitentes.
El guión es un relato demasiado alargado en el que se han metido muchos personajes y subtramas que sobraban. Tal vez si se hubiera seguido un camino más realista centrándose en los defectos de la pareja como las separaciones, el divorcio, la infidelidad, las crisis matrimoniales, que justificaran la actitud de Diego con Pilar y con su hija Ainhoa, que se curan con amor y comprensión o se ocupara de otros males de la sociedad, que aquí se apuntan, como el alcoholismo, el consumo de drogas, el sexo, el suicidio, la incomunicación y se hubiera dejado de lado lo sobrenatural resultaría mejor y se soslayarían los errores finales.
Es un acierto la elección del reparto, con un Eduardo Noriega centrado y sereno, así como de los secundarios.
La realización es interesante y Santos es un director que habrá que seguir, pero el resultado final es deficiente.