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CRITICA
Por: PACO CASADO
Una vez más el cine americano toma un viejo film francés para hacer una nueva versión. Esta vez se trata de 'Garde a vue' (1981), de Claude Miller, con Lino Ventura, Michel Serrault y Romy Schneider, que a su vez se basaba en una obra de John Wainwright.
En una isla caribeña, Henry Hearts, abogado, va a salir para una gala benéfica el día de nochevieja, pero es requerido por Victor Benezet, un policía, que le pide acuda a la comisaría para aclarar unos puntos oscuros acerca de una joven que ha sido violada y estrangulada.
El encuentro hace avanzar la investigación, pero también pone en evidencia aspectos íntimos de los dos hombres.
El maduro abogado está casado con una joven modelo italiana. Desde niño lo ha tenido todo en la vida, pero sus relaciones no son lo cordiales que debieran con su esposa.
El policía en cambio es de origen humilde y trata de paliar los fracasos en sus matrimonios anteriores con un éxito profesional.
Hacer esta película fue idea de Gene Hackman, y accedió Morgan Freeman por volver a trabajar con él, con quien coincidió en Sin perdón, ayudándole también a producirla.
Todo el interés de la cinta reside en la interpretación de estos dos grandes actores y en la fuerza de los diálogos. El guion da un giro inesperado al final que decepciona.
El director es una simple marioneta en manos de estos dos monstruos, que hacen lo que quieren en su estupendo trabajo interpretativo.
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