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CRITICA
Por: PACO CASADO
Una familia de cinco personas que viven en 50 metros cuadrados en el barrio de Móstoles (Madrid) en un verano que está siendo realmente abrasador.
La familia está compuesta por Carlos, que trabaja en una empresa de jardinería, la madre, Toñi, que vende cremas a domicilio y tres hijos, dos niñas y un chico.
Todos habitan una vivienda pequeña en la que tan solo tienen un viejo aire acondicionado en una habitación que un día dice, hasta aquí hemos llegado, no tiene arreglo y habría que comprar otro y no hay dinero para ello.
Finalmente deciden que quizás la mejor opción sea pasar la noche en la gran mansión vacía situada en La Moraleja donde Carlos, el padre, trabaja como jardinero, mientras los dueños de la casa están ausentes, de vacaciones, durante un par de semanas.
Pero que iba a ser una noche se convierten en casi 14 días inolvidables para todos, que igual lo pasan los espectadores.
Aquello es el paraíso para todos: la esposa dispones de un gran vestuario la idea de poder progresar económicamente para tener uno igual, los niños disfrutan en la piscina y en las muchas cosas de que dispone la casa, mientras que el padre trabaja cortando los muchos metros de césped.
El argumento se compone de las miles de pillarías que hacen los chavales y las aventuras que corren cada una de ellos desde la madre al resto de la familia.
Lo cierto es quién no ha soñado alguna vez con poder poseer una amplia casa semejantes que poder disfrutar.
Una comedia que copia otros modelos ya muy conocidos que cada año se repiten y no hace falta nombrarlos porque están en la mente de todos y que este verano, como todos los anteriores, seguro que no faltará.
Lo adultos se comportan bien y de los niños no cabe más que esperar que hagan sus travesuras como si estuvieran en su propio hogar.
La escritura del guion corre a cargo de Roberto Jiménez y la dicción es del realizador madrileño Joaquín Mazón, que según ha confesado es la más divertida que ha hecho hasta ahora, del que recordarán su película 'La familia Benetón' que lleva la divertida historia a buen ritmo como corresponde a una comedia para que la diversión del espectador no decaiga en ningún momento.
Entre el reparto se encaja en varias escenas la famosa cantante Edurne que soluciona un pasaje de la trama, mientras Pablo Chiapela pone su vis cómica acompañado por Raquel Guerrero como su esposa.
Por su parte Iñaki Miramón hace el personaje del jefe de la empresa.
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