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CRITICA
Por: PACO CASADO
Una simple colección de cromos infantiles editada en Estados Unidos en 1962 y retirada pronto por su crudeza, ha bastado al enfant terrible de Hollywood, de 37 años, que es Tim Burton para confeccionar su nueva parodia sobre los símbolos más emblemáticos de su país, lo cual ha sentado muy mal, siendo vapuleado por la crítica mientras que los espectadores le han retirado su asistencia, por lo que los resultados comerciales han sido sólo discretos.
No ocurrirá igual en Europa donde Tim Burton tiene un gran predicamento y su cine gusta bastante más. Él confiesa no haber visto 'Independence Day' pero su film parece decir todo lo contrario. Se nos antoja que ha seguido la línea de las cintas de serie B que ya homenajeaba en su 'Ed Wood' usando los mismos o parecidos platillos volantes que aquí traen a los maléficos marcianos con ánimo de pulverizar la Tierra a pesar de decir que vienen en son de paz.
Desde el Presidente de los Estados Unidos y su relamida Primera Dama, hasta la televisión, el periodismo, el sentido patriotero de la familia que está dispuesta a sacrificar a su hijo para luchar contra los marcianos, mientras otro de ellos tan sólo piensa en los donuts o la vieja abuela en escuchar música, sin olvidar a los militares, un cretino científico, la hortera ciudad de Las Vegas y un largo etc. nada queda sin ser criticado por el terrible Burton en esta broma que es todo el argumento.
Un carísimo juguete de 10.400 millones de pesetas para esta gamberrada llena de marcianos cabezotas de sangre verde y viscosa, creados a base de 450 planos de imagen virtual por ordenador, que mantiene la sonrisa constantemente con gags de desigual calibre mientras se destruyen los símbolos más sagrados de los EE.UU.
La película pierde el ritmo en ocasiones, pero remonta rápidamente el vuelo para terminar de forma brillante y divertida, con un lujoso reparto de primeras figuras en cortos o largos papeles e incluso algunos en doble trabajo como Jack Nicholson, como Presidente y como el dueño de una cadena hotelera que tan sólo piensa en el turismo, incluido los marcianos. Un pasatiempo divertido para los muchos seguidores de Tim Burton.
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