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CRITICA
Por: PACO CASADO
Abel Ferrara ha pasado de ser un director comercial corriente con películas como 'Ángel de venganza' (1981), 'China Girl' (1987) o 'El cazador de gatos' (1989) a un realizador de culto tras El teniente corrupto (1992).
Su cine ha sido mal visto en España y su fama nos ha llegado por los festivales, la crítica especializada y las revistas.
Con 'El funeral' (1996) hace su film más ambicioso, de mayor presupuesto y estupendo reparto de actores.
Durante el funeral de Johnny, el hermano menor de una familia de gángsteres mafiosos italianos, sus hermanos, Ray, el mayor y responsable de la familia y el simpático y gordo Chez, juran venganza ante su cadáver.
En sucesivos flash backs Abel Ferrara nos va poniendo en antecedentes de lo ocurrido, cómo Johnny, de ideas comunistas, que flirtea con los sindicatos, es asesinado a la salida de un cine o Ray, de pequeño, tiene que matar a un gángster con tan sólo una bala en su arma, o el alocado Chez pasa con la mayor facilidad esquizofrénica de la simpatía al más puro estado de violencia.
Con ser una crónica sobre la mafia, en la larga lista de títulos sobre el tema, es también la tragedia de una familia que ve cómo se desmiembran sus componentes masculinos, mientras que las mujeres, esposas de éstos, son el contraste de las actitudes de sus maridos, más juiciosas y aferradas a la tradición familiar, celosas guardadoras de los valores heredados de sus mayores.
Este funeral de Abel Ferrara no deja indiferente, con ese final imprevisible, inesperado e impactante, que mete el desasosiego en el cuerpo al espectador, llevado a cabo con un estilo de cine directo, seco, sin concesiones fáciles a la galería.
Si bien la primera parte sirve para plantear el drama y a manera casi de documental nos muestra los preparativos y costumbres, tras un titubeo en la mitad, la cinta remonta el vuelo de forma impresionante hasta recalar en el brutal y violentísimo final que sumerge a la familia en la tragedia.
Mención especial merecen los actores Christopher Walken por su seriedad y aplomo o Chris Penn por la extensa gama interpretativa de que dota a su personaje (Copa Volpi mejor secundario en Venecia 96), y no menores elogios merecen la sobriedad de las dos actrices, Isabella Rossellini y Annabella Sciorra, que dan perfectamente el papel de esposas italianas.
Un film interesante.
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