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CRITICA
Por: PACO CASADO
A las películas sobre el Quijote, que ya van formando legión, les va pasando como a los films sobre la Fiesta Nacional, que todavía no ha salido ninguno que sea una reproducción fiel y exacta de la obra cervantina.
Esperemos, no obstante, a ver la versión de Orson Welles para saber si ha hecho con esta obra como suele hacer habitualmente con las shakesperianas.
Por una parte esta nueva versión la creemos excesivamente atrevida a la hora de llamarla "Don Quijote cabalga de nuevo" puesto que no creemos que tenga nada que ver con la novela original. M´s bien diríamos que Carlos Blanco se ha inspirado en los personajes cervantinos y en la época para recrear un Quijote muy suis géneris, en el que el personaje principal es Sancho Panza (Cantinflas), ya que posiblemente haya quedado más de la filosofía del actor, del pelao mexicano, defensor de los débiles y pobres, que de la socarronería del gordinflón Sancho.
De esta manera Cantinflas, Sancho Panza, toma las riendas de la cinta, se convierte en protagonista y a veces olvidamos a Don Quijote.
Otras en cambio, los autores parece que se acuerdan que debe ser al contrario y por unos momentos hacen lo propio con Sancho.
De esta forma queda una película muy desigual en la que se podría decir que cualquier semejanza con la inmortal obra literaria de fama universal, es pura coincidencia, mermado por el sometimiento al personaje, Cantinflas se ve coartado en su libertad para hacer reír y el empeño no resulta nada fácil, por cabalgar a lomos de los dos autores, Cervantes y Carlos Blanco, que por muy especial que sea ha escrito pensando en Cantinflas.
Al actor mexicano no se le pueden poner pegas en su labor, como igualmente digna de elogio es la interpretación de Fernán Gómez en el papel de Alonso Quijano.
Hay escenas excesivamente prolongadas como el juicio contra Don Quijote con la intervención de Sancho y el bachiller Sansón Carrasco que rompen el ritmo del film, así como alguna que otras secuencias, desajustadas del entorno de la película.
Uno de los valores realmente grandes del film es la excelente ambientación y adecuación a la época.
Se nos olvidaba, aunque no creemos decir nada nuevo que ustedes no sepan, en María Fernanda D'Ocón hay una gran actriz a la que nos gustaría muchísimo ver en otros empeños cinematográficos de mayor altura.
Buen color y fotografía.
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