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CRITICA
Por: PACO CASADO
Emma es una chica de 16 años que vive con Marcos, su padre de 48 años, en una humilde casa situada en el Delta del Tigre, una zona fluvial muy cerca de la ciudad de Buenos Aires.
El padre se gana la vida ejerciendo de repartidor de bombonas de butano que lleva a cabo en su barca por vía fluvial.
Emma está ensayando en la escuela una obra de teatro en inglés que pone en escena el texto de William Shakespeare sobre Romeo y Julieta, mientras sueña con poder viajar a Londres.
Un día, de forma inesperada, Vicky, su profesora, la espera a la llegada a la escuela y le comunica que le ha conseguido una beca de intercambio cultural para poder ir a estudiar a Inglaterra, pero tiene que contestar pronto si la acepta.
El padre y la hija tendrían de aprender a permanecer unidos y vivir separados temporalmente, debido a la gran distancia que habrá entre ellos, sin que por eso olviden el cariño que ambos se tienen en este relato profundamente humano.
Cuando ella se lo comunica a su padre, de entrada lo rechaza, ya que dice que no tiene dinero para costear el viaje.
En el día del cumpleaños de Emma, su padre le regala un cuarto para ella sola para que no tenga que dormir con él y el médico, buen amigo de su padre, le da un sobre con el dinero para el pasaje, pero el padre se lo devuelve y se lo reprocha.
Entre tanto a Emma le gusta Matías, uno de los cinco alumnos que componen su clase, al que cada día recogen camino de la escuela.
Esta situación origina un cierto suspense acerca de si por fin Emma logrará cumplir su sueño.
La dirección de esta película corresponde a Germán Vilche que comenzó en el cine ejerciendo como director de fotografía de un par de cortos, una serie de televisión y dos films anteriores a éste largometraje que comentamos, decidiendo así pasarse a la dirección.
La historia que nos plantea el guion, escrito por Federico Arzeno, Adrián Caram y Germán Vilche, es ciertamente muy sencilla como habrán podido deducir del comienzo argumental que hemos planteado unas líneas más arriba, por lo que ello no supone que la puesta en imágenes de la misma ofrezca prácticamente ninguna dificultad.
Por otra parte el lugar en el que enmarca este relato es ciertamente de ensueño, en cuando al paisaje en que se centra su desarrollo, del que la fotografía, en este caso de Lucas Guardia y de Germán Vilche, como no podía ser de otra manera sentado sus precedentes como tal, es realmente maravillosa, sacando un gran partido a los encuadres y el empleo de la luz natural.
En cuanto a los actores no les suponen ningún gran esfuerzo encarnar sus respectivos trabajos, así Luther Ramos es a Emma que denota con su mirada la conexión que tiene con su padre, un hombre tímido y reservado que desea lo mejor para ella aunque no quiere perderla, que interpreta Sebatián Arzeno, o la alegre Vicky, la profesora que interpreta Verónica Intile, ya que prácticamente circulan por la historia con los mismos caracteres que podrían ejecutar en la vida real, tanto por parte de Emma, como protagonista, como igualmente ocurre con el padre o como es el caso de Vicky, ejerciendo su profesión de enseñante o como directora de teatro poniendo en escena, de manera sencilla, Romeo y Julieta, e igualmente ocurre con los alumnos.
En definitiva una producción con un bajo presupuesto con un número escaso de actores y una sencilla historia que nos ofrece la oportunidad de reflexionar sobre el amor, el sacrifico y la libertad que resulta muy amable y agradable de ver debido al equilibrio que hay entre lo emocional y lo visual.
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