Título: | TORRENTE 4: LETHAL CRISIS | |
Tit. Orig.: |
TORRENTE 4: LETHAL CRISIS | |
Nacionalidad: | ESPAÑA, 2011 | |
Dirección: | SANTIAGO SEGURA | |
Guión: | SANTIAGO SEGURA | |
Fotografía: | TEO DELGADO | |
Música | ROQUE BAÑOS | |
Interpretes: | SANTIAGO SEGURA, KIKO RIVERA, TONY LEBLANC, XAVIER DELTELL, ENRIQUE VILLÉN, YON GONZÁLEZ, JAVIER GUTIÉRREZ, ANA OBREGÓN, FERNANDO ESTESO, ANDRÉS PAJARES, FRANCISCO GONZÁLEZ | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 12 AÑOS | |
Duración: | 95 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
En 1997 Santiago Segura, tras obtener un Goya con su corto 'Perturbado' (1994), decidió pasar a la dirección de un largometraje y se inventó el personaje de Torrente en la película Torrente, el brazo tonto de la ley, con la que volvió a ganar el Goya como director novel.
Segura se percató de que había desaparecido la comedia popular que tanto éxito dio al cine español en los años 60 y creó el policía más fascista, cutre, impresentable, corrupto, racista, obseso sexual, miserable, amoral, soez, sórdido, grosero, vago, sobornable, machista, escatológico, zoquete, misógino, grasiento, anticlerical, mezquino, zafio y cuantos adjetivos peyorativos se le quieran añadir, que se ha ido superado en guarrerías en cada uno de sus nuevos films.
El director y guionista vuelve a usar el mismo esquema e idéntica fórmula de los anteriores en esta cuarta entrega en la que, con una leve excusa argumental, acumula una serie de situaciones pretendidamente cómicas, para hacer reír al personal, aunque la mayoría de las veces, en buena ley, no tengan la menor gracia.
Aquí Torrente se presta a hacer de segurata en una boda de alto copete y a dejarse corromper aceptando matar a un rico personaje, pero es traicionado por su ayudante Rin Rin, fichado en un sex shop, y es metido en prisión donde, para evadirse, organiza un partido de fútbol (¿les suena?).
El guion, una vez más, copia de aquí y de allá, en este caso de cintas como Evasión o victoria, Cadena perpetua y otras.
Para ello ha contado con un presupuesto más holgado (10 millones de euros) que en las anteriores y para aumentar la taquilla también con las 3D, toda una tomadura del cuero cabelludo, que le da para arrojar a la cara del espectador más groserías, más efectos especiales y destruir más coches que en las precedentes.
Esta vez abusa de lo escatológico, de las escenas de sexo subidas de tono y de los cameos, hasta el punto de condicionar el argumento para dar entrada a cada uno de los famosetes de la basura televisiva, a cómicos y actores en paro, a cantantes, a frikis, a gentes y periodistas del mundo rosa y a futbolistas, dándole así lo que los espectadores de los programas de la farándula ven cada día en la caja tonta. Identificando a cada uno de ellos tal vez se puedan divertir, si es que los conocen.
Santiago Segura vuelve a ser oportunista hasta en la crisis del título, aunque ésta no aparezca por ningún lado, al tiempo que hace crítica social de algunas cuestiones de actualidad y problemas del país e incluso hasta del gobierno, pero de forma políticamente correcta.
A Segura se le van agotando las ideas, se repite en los chistes haciendo otra vez una película casposa, irrespetuosa y grosera que le da a su público lo que desea ver.
Lo mejor, si es que algo tiene, la secuencia inicial que recuerda a El guateque, salvando las distancias, los títulos de créditos que vuelven a parecerse a los de James Bond, los efectos especiales y la dignidad de Tony Leblanc al que una vez más le cambia de personaje familiar.
Lo demás es más de lo mismo, aumentando la zafiedad, el mal gusto y la grosería de las anteriores.