Título: | ENCONTRARÁS DRAGONES | |
Tit. Orig.: |
THERE BE DRAGONS | |
Nacionalidad: | EE.UU., ESPAÑA, ARGENTINA, 2011 | |
Dirección: | ROLAND JOFFÉ | |
Guión: | ROLAND JOFFÉ | |
Fotografía: | GABRIEL BERISTAIN | |
Música | STEPHEN WARBECK | |
Interpretes: | CHARLIE COX, WES BENTLEY, DOUGRAY SCOTT, UNAX UGALDE, OLGA KURYLENKO, GOLSHIFTCH FARAHONI, ALFONSO BASSAVE, ANA TORRENT, JORDI MOLLÁ, GERALDINE CHAPLIN, RODRIGO SANTORO, DEREK JACOBI | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 7 AÑOS | |
Duración: | 117 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
El director londinense Roland Joffé se caracteriza por hacer al inicio de su filmografía un cine de calidad con películas como "Los gritos del silencio" (1984), "La misión" (1986) o "La ciudad de la alegría" (1992) y curiosamente estas dos últimas contienen un hondo sentido religioso en sus contenidos a pesar de ser de origen judío y declararse agnóstico y de izquierda, lo cual nada tiene que ver con la calidad artística de las mismas.
Posteriormente los títulos que hizo a continuación bajaron en cuanto a su interés, caso de "La letra escarlata" (1995), "Vatel" (2000) o "Cautivos" (2007).
Ahora de nuevo emprende un film, a priori, religioso por llevar en su argumento parte de la vida de José María Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, aunque no se trata de una biografía del santo, ni tampoco es el protagonista.
Para ello inventa para la ocasión la historia de Roberto Torres, un periodista que investiga sobre el mismo que descubre que su padre, Manolo Torres, le conoció y éste le cuenta parte de esa vida a su lado, que nos lleva del presente al pasado.
El relato comienza con la infancia de ambos y la posterior Guerra Civil española en la que se encuadra parte de la narración con los avatares que sufren ambos, uno como sacerdote y como tal perseguido por los rojos, el otro como espía en el bando republicano, donde surge una chica de la que se enamora, con consecuencias dramáticas casi folletinescas que no desvelamos.
El guion disimula, con esos dos relatos paralelos, el carácter religioso del drama sobre el perdón y la reconciliación en el que, como en "La misión", vuelve a recurrir a un esquema parecido con el enfrentamiento de la cruz y la espada, el bien y el mal, de forma esquemática y un tanto maniquea, pero siempre destacando la actitud de perdón de Escrivá y reincidiendo sobre las cosas importantes de la vida.
El título puede resultar engañoso ya que esos dragones del mismo no son más que una metáfora acerca del odio y la violencia que tuvo que soportar como religioso, obrando siempre el bien y respondiendo con amor y tolerancia.
La Guerra Civil es usada de manera aséptica, únicamente como telón de fondo, para dar un tono épico, sin pronunciarse a favor de ningún bando, sin entrar en matizaciones políticas, siendo considerada como un conflicto monstruoso entre hermanos, con las consiguientes repercusiones económicas y sociales.
La recreación es bastante rigurosa y verosímil, con escenas bélicas espectaculares (algún error de ambientación) en lo que posiblemente se haya ido buena parte del presupuesto (25 millones de euros) que es lo mejor de la cinta y donde la puesta en escena es más sólida y realista.
Bien elegido el reparto sobresaliendo Charles Cox como Escrivá o la española Ana Torrent, en un papel muy sobrio, siendo el único borrón Wes Bentley de entre los estupendos secundarios.
El guion no es de lo mejor, se hace un poco farragoso hasta que se le toma el aire, avanzando de forma rutinaria hacia el drama y la redención del mundo a mano de los buenos, aunque a buen ritmo, lo que lo hace más llevadero a pesar de su metraje.
No hay momentos dedicados a la reflexión, ni tampoco produce emoción en ningún instante, siendo en este sentido un poco fría.