Título: | LOS AMOS DE BROOKLYN | |
Tit. Orig.: |
BROOKLYN'S FINEST | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2010 | |
Dirección: | ANTOINE FUQUA | |
Guión: | MICHAEL C. MARTIN | |
Fotografía: | PATRICK MURGIA | |
Música | MARCELOS ZAVRAS | |
Interpretes: | RICHARD GERE, DON CHEADLE, ETHAN HAWKE, WESLEY SNIPES, WILL PATTON, LILI TAYLOR, BRYAN F. O'BYRNE, SHANNON KANE, ELLEN BARKIN, VINCENT D'ONOFRIO | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 16 AÑOS | |
Duración: | 132 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Cuando una película no es rentable en su estreno en las carteleras de Estados Unidos ocurre lo que ha sucedido con este título, que llega con retraso, pero aún así, bienvenido sea, ya que se trata de una obra interesante dentro del género del cine negro norteamericano, tan devaluado últimamente por los thrillers de acción sin más sentido que la violencia y los efectos especiales, sin mayor justificación.
El director de color Antoine Fuqua es un tanto irregular, cuya carrera comenzó muy floja y ha ido mejorando con el tiempo y el transcurrir de sus sucesivos largometrajes, resultando en su momento el mejor título suyo "Día de entrenamiento" (2001) por el que ganó el Oscar su protagonista Denzel Washington.
Especialista en cine de acción se ha superado con respecto a aquel con "Los amos de Brooklyn" (2010) al hacer un cine negro serio, sobrio y bien realizado, gracias a un estupendo guion que, curiosamente, supone el debut de Michael C. Martin que enlaza de forma prodigiosa la actuación de tres policías que transcurren paralelamente y que coinciden al final de forma casual para resolver la trama, tal vez de manera inesperada pero original, que pone al descubierto las respectivas historias, sin someterse a los mandatos comerciales.
Están muy bien delineados los personajes desde el que es honrado y honesto, que le falta una semana para su jubilación y se ve sumido en la soledad al haber perdido el respeto de sus compañeros, hasta el que asesina para apropiarse del dinero requisado al narcotráfico para solventar los problemas familiares, pasando por el que infiltrado en una organización mafiosa de venta de droga, en la que hace de topo, se ve obligado a traicionar al jefe que un día le salvó la vida y se ha convertido en su mejor amigo.
Fuqua crea muy bien la atmósfera de este mundo sórdido, de barrios bajos llenos de peligro, de culpabilidad, desesperación o angustia en la que se desenvuelven estos personajes con sus dilemas morales, al tiempo que hace una crítica de la corrupción policial y de la podrida sociedad actual, que reivindica el cine de este género que se hacía en la década de los años 70.
A lo largo de la trama surgen temas como la frustración en el amor, el fracaso en el cumplimiento del deber, la amargura por la situación familiar, la desesperación ante una situación sin solución o ante la enfermedad que se quiere remediar a base de dinero sucio.
Cuenta para ello con un nutrido reparto de notables actores a los que les saca buen provecho a sus respectivas e intensas composiciones en este film opresivo, realista, con escenas de fuerte violencia con el que Fuqua regresa a su género preferido, dosificando sabiamente las escenas de acción, olvidándose del efectismo de las cintas que hacía al inicio de su carrera, esta vez con una puesta en escena en la que la cámara que se mueve de forma majestuosa y sin crispado montaje.