Título: | PINA | |
Tit. Orig.: |
PINA | |
Nacionalidad: | ALEMANIA, FRANCIA 2011 | |
Dirección: | WIN WENDERS | |
Guión: | WIN WENDERS | |
Fotografía: | HÉLÈNE LOUVART | |
Música | YHOM y otros | |
Interpretes: | Documental con PINA BAUSCH, REGINA ADVENTO, RUTH AMARANTE, ANDREY BEREZIN, ALEX CUCEK, CLEMENTINE DELUY, PABLO ARAN GIMENO, SILVIA FARIAS HEREDIA | |
Censura: | AUTORIZADA PARA TODOS LOS PÚBLICOS | |
Duración: | 104 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Hay proyectos que están en la mente de los creadores pero que por una causa o por otra tardan tiempo en poder hacerse realidad. El director alemán Wim Wenders y la célebre coreógrafa Pina Bausch, de la misma nacionalidad, se conocían hacía veinte años y desde hace mucho el realizador quería llevar sus coreografías a la pantalla. Desgraciadamente lo que iba a ser una estupenda colaboración entre ambos quedó en un simple homenaje hacia esta gran renovadora de la danza moderna, que inventó un arte nuevo, una forma de expresión diferente, ya que falleció repentinamente el día en que comenzaba el rodaje, cuando ya Wenders había encontrado la solución al problema de poder llevar con dignidad sus trabajos al cine al surgir las tres dimensiones, con lo que lograba darle relieve, volumen y cuerpo a la danza.
Se trata de un documental en el que se mezclan los diferentes números coreográficos de Pina con las declaraciones de los distintos componentes de su cuerpo de baile que exponen sus opiniones sobre su forma de trabajar, su arte y su humanidad como persona, a la que se llora su muerte, pero nos deja su manera tan particular de entender el baile, siempre preocupada por la relación del cuerpo con el paisaje, la expresión corporal de los bailarines, a veces con movimientos brutales, violentos, siempre originales, aunque unas ocasiones más inspirados que otros.
Las coreografías se ven enriquecidas al ser trasladadas al cine ya que algunas se sitúan en paisajes tan poco teatrales como un bosque, el desierto, un parque, una calle con el tráfico al fondo o incluso en el interior del metro de la ciudad de Wuppertal, donde está instalada la compañía desde los años sesenta.
No cabe duda de que las 3D realza las coreografía cuando la cámara se mete en el escenario, no así cuando nos las ofrece desde el punto de vista del espectador situado en su butaca.
El cine también las beneficia debido al montaje, que hace cambiar bailarines jóvenes donde hay personas mayores, por ejemplo, entre otros trucos fílmicos, pero no aporta nada nuevo.
Es indudable el atrevimiento y la originalidad de algunos números, pero no dejamos de reconocer que en ciertas ocasiones la semejanza con lo que entendemos por danza difiere mucho, teniendo más que ver con la gimnasia que otra cosa.
No esperen ver ballet clásico, lo más cercano a ello es el comienzo, con la puesta en escena de "La consagración de la primavera", de Stravinsky, el resto son canciones, tangos y otros ritmos modernos. Por esta vez las 3D están usadas en función de lo que se nos cuenta y no para impactar al público.