Título: | EL TALENTO DE MR. RIPLEY | |
Tit. Orig.: |
THE TALENTED OF MR. RIPLEY | |
Nacionalidad: | EE.UU., 1999 | |
Dirección: | ANTHONY MINGHELLA | |
Guión: | ANTHONY MINGHELLA. Basado en la novela escrita por PATRICIA HIGHSMITH | |
Fotografía: | JOHN SEALE | |
Música | GABRIEL YARED | |
Interpretes: | MATT DAMON, GWYNETH PALTROW, JUDE LAW, CATE BLANCHETT, PHILIP SEYMOUR HOFFMAN, JACK DAVENPORT, JAMES REBHORN, SERGIO RUBINI, PHILIP BAKER HALL | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 13 AÑOS | |
Duración: | 139 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Patricia Highsmith se inició en la literatura en 1950 con "Extraños en un tren" que llevó al cine Alfred Hitchcock. Años más tarde, en 1955, comenzó el ciclo de novelas protagonizadas por el personaje de Ripley con "El inteligente Mr. Ripley", a la que seguirían cuatro más.
Esa primera fue adaptada también al cine y lo hizo de forma primorosa René Clement con "A pleno sol", en 1960, con Alain Delon, Maurice Ronet y Marie Laforet.
Ahora Anthony Minghella nos da su versión en "El talento de Mr. Ripley", ajustándose más al esquema de la novela, pero cambiando algunas cosas, como por ejemplo la afición a la pintura de Dickie por el jazz, que tal vez da un juego más cinematográfico, pero alarga demasiado la trama, convertir en homosexual la relación entre los dos hombres, o añadir personajes y situaciones que no estaban en la obra literaria y, sobre todo, complica la adaptación convirtiendo a Ripley en un asesino en serie, que queda sin castigo, cuando en realidad lo único que quería es suplantar a Dickie y ser un falso hombre importante en lugar de un don nadie verdadero.
La versión francesa, tal vez por imposición de la censura de la época, dejaba entrever el castigo del criminal en un espectacular y sorprendente final, que nos dejaba satisfechos, mientras que ésta se acaba de forma fría y desangelada cortando la racha de crímenes, lo que podía haber hecho en cualquier momento antes. El asesinato de Dickie aquí es uno más de la serie, mientras que en la otra era el objetivo primordial.
Minghella se entretiene en cosas que aportan calidad a la película pero no son esenciales, como una perfecta ambientación de la Italia de finales de los años cincuenta, la elección de bellos paisajes, estupendo vestuario, una buena banda sonora bien ilustrada con música de jazz, pero en cambio se olvida de caracterizar mejor a los personajes.
Mark Damon es poco creíble como astuto impostor, sin embargo está magnífico Jude Law, el mejor de todos, correcta Gwyneth Paltrow y mejor Cate Blanchett en su corto papel.
Con esos elementos, y la buena base de la novela, Minghella narra bien, pero debería haber logrado una cinta magnífica, y se queda a mitad de camino.