Título: | MI SEMANA CON MARILYN | |
Tit. Orig.: |
MY WEEK WITH MARILYN | |
Nacionalidad: | EE.UU., INGLATERRA, 2011 | |
Dirección: | SIMON CURTIS | |
Guión: | ADRIAN HODGES. Basado en los diarios de COLIN CLARK | |
Fotografía: | BEN SMITHARD | |
Música | CONRAD POPE, ALEXANDRE DESPLAT | |
Interpretes: | MICHELLE WILLIAMS, KENNETH BRANAGH, EDDIE REDMAYNE, JULIA ORMOND, DOUGRAY SCOTT, JUDI DENCH, DOMINIC COOPER, DEREK JACOBI, EMMA WATSON | |
Censura: | AUTORIZADA PARA TODOS LOS PÚBLICOS | |
Duración: | 99 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
A veces se hacen películas del cine dentro del cine y en este caso se ha elegido el rodaje de "El príncipe y la corista" (1957).
El guion se basa en el diario escrito por Colin Clark, un joven recién licenciado en Oxford que quería ser director de cine, a lo que se oponían sus aristocráticos padres. Logró entrar como tercer ayudante, el que trae los cafés, en el rodaje del citado film, en el verano de 1956 y fue tomando nota y publicó este diario años más tarde con el título de "El príncipe, la corista y yo". En el 2000 lo volvió a corregir y a publicar, esta vez como "Mi semana con Marilyn", muriendo dos años después.
Según su hermano Alan tenían más de fantasía que de realidad convirtiéndose él mismo en protagonista. Colin Clark acabó siendo un destacado director de documentales de arte.
De todos es sabido que las filmaciones con Marilyn Monroe eran un infierno y esta no lo fue menos, pero Laurence Olivier no hubiera hecho esta cinta si no hubiera podido contar con ella, aunque maldijo el rodaje miles de veces.
Marilyn era una estrella que deseaba convertirse en actriz y Olivier era un enorme actor que quería ser una estrella a su lado. Ella había estudiado el método, de hecho acudió en compañía de su profesora Paula Strasberg, esposa de Lee Strasberg, y él, en cambio, lo odiaba.
Lo que nos cuenta la película es una simple anécdota sentimental, la relación que se entabló entre Colin y Marilyn cuando su esposo, Arthur Miller, regresó a Norteamérica y ella se sentía sola, a pesar de toda la gente que le rodeaba, siempre buscando cariño.
Lo tenía todo pero era inmensamente infeliz, debido a su fragilidad emocional, su insondable tristeza, su lamentable pasado, abandonada por sus padres, siempre necesitada de amor, lo que le sumergió en una incurable soledad y le convirtió en un ídolo de cristal, en un mito vulnerable, y así encontró compañía en el joven ayudante de dirección.
Era una mujer con una cándida inocencia, inestable e incapaz de luchar contra la fama, que la había endiosado y convertido en el mayor mito erótico del cine por excelencia.
El guion cuenta esta historia con cierta elegancia, describiendo perfectamente a los personajes desde un principio y tratando de captar la esencia de Marilyn Monroe, una mujer deslumbrante, insegura que caminaba hacia su destrucción, muriendo cinco años después de este rodaje.
Dentro de esa anécdota hay un entretenido y encantador film acerca de lo que significa el primer amor.
La cinta es un vehículo de lucimiento para Michelle Williams que trata de desplegar todo su encanto para captar la esencia de la Monroe, difícil de imitar porque era única y con un talento innato e irrepetible, aunque a ratos lo consigue.
Kenneth Branagh está perfecto en el personaje de Laurence Olivier muy bien seguido por un notable reparto de secundarios.
Simon Curtis, que procede de la televisión en donde trabajó durante veinte años, hace con este título su primer largometraje cinematográfico, con una dirección clásica, sobria y contenida, muy en la línea de lo que suele ser la calidad del cine inglés, manteniendo bien el ritmo, aunque a veces le falta alma y algo de poesía en determinadas escenas.
Michael Williams, que ganó el Globo de oro por este papel, fue nominada al Oscar al igual que Kenneth Branagh.