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CRITICA
Por: PACO CASADO
Posiblemente el director del cine americano del que se ha hablado más en los últimos tiempos es sin lugar a duda Quentin Tarantino, quien tras hacer su primer film "Reservoir dogs" (1992), se ha convertido en el niño terrible de Hollywood y al que ahora todo el mundo presta atención a su trabajo.
Una de las cosas ciertas es que se trata de un auténtico cinéfilo convertido en director.
Un hombre que ha aprendido el lenguaje cinematográfico en las salas de cine y video, que no ha ido a la escuela a absorber teorías para después aplicarlas falsamente.
Lo que hace lo siente y es su auténtica y personal manera de expresarlo.
Todo lo que ha captado en las muchas cintas que ha visto le sale de alguna manera en sus películas o en los argumentos y guiones que escribe.
No tiene ningún reparo en decir que copia a todo el mundo y que no siempre sabe de dónde han salido esas ideas o cómo echarle en cara a qué film o realizador ha fusilado.
Llamó la atención en el Festival de cine de Cannes y volvió para llevarse la Palma de Oro de 1994 con este film y una vez más originó la controversia y la polémica.
Le gusta ser un provocador tanto personalmente como con su cine.
Sabe manejar las historias y plasmarlas en el celuloide de forma a veces original.
En "Pulp fiction" elige tres relatos que mezcla sabiamente en un inteligente y original guión.
Son tres narraciones cortas, que otro director hubiera hecho en episodios de media hora para la televisión o habría mostrado en una sola cinta sin más conexión y él los mezcla, entrelaza a sus personajes y le da una unidad.
Es la historia de la pareja que decide robar restaurantes en lugar de licorerías.
Con ella comienza y la deja en suspenso para ofrecer los títulos de crédito y después inicia otra, la de los dos gángsteres que van a ajustar cuentas y sufren una desgracia.
No se ha terminado esa historia que continúa con uno de ellos teniendo que cuidar a la mujer del jefe, cuando empieza la de un boxeador que tras prestarse al tongo, no cumple la promesa de tirarse en el quinto asalto y es perseguido por el mafioso que se lo propuso para matarlo, mientras él escapa con su novia francesa.
Tras todo ello vuelve al comienzo para terminar la primera historia y hace reaparecer a personajes que ya habían muerto anteriormente.
Tarantino sabe ensamblar las letras de este crucigrama dominando el tiempo, manejándolo a su antojo, así como el espacio.
Y es lo suficientemente inteligente como para introducirnos unos diálogos absurdos para rellenar los huecos vacíos en la acción, pero nos tiene prendidos sin que tengan la más mínima importancia, como ya ocurría en "Reservoir dogs" (1992).
Esto hace que el ritmo se mantenga, que la acción no decaiga y que la violencia se dosifique entremezclada aquí con el humor. Hay quien dice que en la película hay tan sólo cinco minutos de violencia, pero que está tan bien distribuida que parece excesiva.
Lo que hace simplemente es convertir en originales los clásicos planteamientos del cine negro tradicional.
Otra de las cualidades de Tarantino es que ama a los actores, que sabe dirigirlos y adecuarlos a sus personajes, que les comunica sus antecedentes para que se hagan a la idea de la personalidad a interpretar, y eso se refleja en la pantalla.
Lo demuestra al rescatar a John Travolta, que está francamente bien, como igual ocurre con Bruce Willis en el papel del boxeador o la intervención de Samuel L. Jackson, Uma Thurman o María de Medeiros.
Una rica banda sonora extraída de la discoteca de sus preferencias particulares y buena fotografía con excelente tratamiento de color, completan los valores de este notable film.
Con Quentin Tarantino la producción americana ha recibido una bocanada de aire fresco y al menos de momento su cine está resultando de cierta originalidad.
Esperemos que no sea una moda que se desinfle y que en él haya un auténtico guionista y director con ideas, demostrándonos que sabe desenvolverse también en otros temas.
Fue nominada a 7 Oscars. Montaje (Sally Menke), guión original, Actriz secundaria (Uma Thurman), Actor secundario (Samuel L. Jackson), Actor principal (J. Travolta), Dirección y película. De todos ellos ganó únicamente el de mejor guión que también se llevó el Globo de oro.
En Inglaterra obtuvo el Bafta a Samuel L. Jackson como actor secundario y el de mejor guión.
En Italia se llevó dos David de Donatello, al mejor film extranjero y John Travolta como mejor actor extranjero.
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