Título:	LA JUNGLA: UN BUEN DÍA PARA MORIR
Tit. Orig.:	A GOOD DAY TO DIE HARD
Nacionalidad:	EE.UU., 2013
Dirección:	JOHN MOORE
Guión:	SKIOP WOODS. Basado en los personajes creados por RODERICK THORP
Fotografía:	JONATHAN SELA
Música	MARCO BELTRAMI
Interpretes:	BRUCE WILLIS, JAY COURTNEY, SEBASTIAN KOCH, COLE HAUSER, YULIYA SNIGIR, MARY ELIZABETH WINSTEAD, PATRICK STEWART, RADIVOJE BUKOVIC, MELISSA TANG, MEGALYN ECHIKUNWOKE
Censura:	NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 12 AÑOS
Duración:	96 MINUTOS

 Por  PACO CASADO

    Actualmente lo que mejor funciona, comercialmente, en el cine americano son las series o franquicias, los productores lo saben por los resultados en las taquillas y procuran fomentarlas y prolongarlas lo más posible para seguir obteniendo beneficios.
 Uno de esos casos es el de 'Jungla de cristal' que comenzó en 1988, dirigida por John McTiernan, protagonizada por Bruce Willis en el papel del policía de Nueva York, John McClane, en torno al cual se han ido sucediendo los distintos actores de los repartos de los siguientes títulos hasta llegar al que hoy comentamos que hace el quinto, 'La jungla. Un buen día para morir'.
 Tras conocer que su hijo está en una cárcel de Moscú, intentará liberarlo y desenmascarar la corrupción política del gobierno.
  Al igual que las anteriores se basa en los caracteres ideados por Roderick Thorp, alrededor de los cuales se han ido creando las diversas aventuras en las que se ha visto envuelto McClane.
 Ésta le ha sido encomendada a Skip Woods, el guionista de 'Operación Swordfish', que es quien ha firmado el guion, aunque el argumento le ha debido costar poco trabajo, ya que es el más elemental que hemos visto de esta serie.
 La dirección ha sido encargada al irlandés John Moore, un director que tiene un discreto palmarés con títulos como son hasta ahora los que componen su corta filmografía: 'Tras la línea enemiga' (2001), los remakes de 'El vuelo del Fénix' (2004), y 'La profecía' (2006) y 'Max Payne' (2008), basado en un videojuego.
 Tal vez este que comentamos sea el más endeble de los realizados hasta ahora, en el que creemos que su misión ha sido maquillar, con la puesta en escena, la ausencia de la calidad que no encontramos en un argumento sin imaginación, tratando de hacerlo lo más espectacular posible.
 En este sentido ahí está esa magna persecución por las calles y autopistas de Moscú (¿?), pero mal contada, con la destrucción de multitud de vehículos de todos los tamaños y marcas, así como los abundantes tiroteos, las carreras en busca del objetivo en acciones imposibles, con caídas mortales y sin embargo aparecer con apenas unos rasguños, con situaciones muy convencionales, en Chernóbil.
 Los personajes son como los de un videojuego, en una acción desenfrenada, que casi no tiene argumento y la prueba es que apenas supera la hora y media.
 Hay que tomarse el film como un tebeo, como uno de esos cartoons de dibujos animados en los que los personajes nunca mueren, son de goma, por más que los aplaste una apisonadora siguen vivos, después de padecer las mayores tropelías.
 En esta ocasión el compañero de aventura es Jack, su hijo, agente de la CIA, al que ha ido a liberar a Moscú y con el que terminará salvando el mundo, a pesar de que hacía años que no se veían y que no se llevaban muy bien, pero la sangre tira.
 La serie ha perdido en profundidad de contenido social y político, en ironía en los diálogos y en ésta se ha llenado de nostalgia de un tiempo pretérito, porque no en vano ha transcurrido un cuarto de siglo desde la primera, nos vamos haciendo viejos y los viejos, ya se sabe, viven del pasado.
 Por otra parte la cinta no engaña a nadie, todo el mundo sabe lo que va a ver, tanto los fans de la franquicia como el espectador que vaya buscando una de acción, y de ello tiene bastante, con sorpresa incluida en el tercio final.