Título: | RENOIR | |
Tit. Orig.: |
RENOIR | |
Nacionalidad: | FRANCIA, 2012 | |
Dirección: | GILLES BOURDOS | |
Guión: |
JÉRÔME TONNERRE, GILLES BOURDOS, MICHEL SPINOSA. Basados en la novela de JACQUES RENOIR |
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Fotografía: |
MARK PING BING LEE |
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Música |
ALEXANDRE DESPLAT |
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Interpretes: |
MICHEL BOUQUET, CHRISTA THERET, VINCENT ROTTIERS, ROMAINE BOHRINGER, THOMAS DORET, MICHÉLE GLEIZER |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 7 AÑOS | |
Duración: | 110 MINUTOS |
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Por JOSÉ MONTESINOS
En muchas ocasiones el cine refleja la vida o un determinado pasaje de algún famoso personaje. Esta vez la cinematografía francesa ha elegido a uno de sus ilustres pintores, Pierre-Auguste Renoir, para introducirnos en los estertores de su vida, cuando éste se encuentra ya enfermo de artritis pero aún continúa pintando.
Ha sido el cineasta Gilles Bourdos, que hace con este su tercer largometraje y primero visto en España, el que aborda la última etapa en la vida del pintor, retirado en su casa de campo.
La trama gira en torno a una joven muchacha que llega a su casa para servir como modelo al artista, introduciéndose cada vez más en la idiosincracia del lugar.
Al poco llegará el segundo de los hijos del pintor, Jean, herido en la guerra y con el que la chica comenzará un affaire que irá a más, contagiando a éste sus deseos de ser actor.
Con estas escasas líneas creemos más que desarrollada la trama que encierra una película donde el principal protagonista queda relegado a un segundo plano, ya que el anciano Renoir asiste impasible a lo que sucede a su alrededor.
La historia central no es el artista sino la relación que se inicia entre la joven modelo y el hijo de éste, quién con el paso de los años se convirtió en el famoso director de cine Jean Renoir.
Gilles Bourdos narra los diversos acontecimientos, con una parsimonia increíble, ya que apenas si hay movimiento, con un guion bastante plano, que nos muestra un ambiente preciosista pero nada más, ya que el argumento no tiene mucha consistencia ni da para mucho más.
Sin duda alguna lo mejor de este film es la fotografía de Mark Ping Bing Lee que impregna todo el metraje con su elaborado trabajo, sacando partido de los bellos paisajes elegidos para la ocasión.
Bourdos dirige un largometraje que se queda a medio camino, ya que a parte de lo nimio del relato éste no tiene un desarrollo convincente, moviendo la cámara con lentitud, mostrando unos encuadres como si hubiesen sido sacados de los propios lienzos del pintor.
La música aparece en determinados momentos siendo correctas las piezas musicales de Alexandre Desplat.
En cuanto al reparto, el veterano Michel Bouquet se hace con las riendas del personaje de Renoir padre, muy cómodo de interpretar, seguido por Romane Bohringer y Thomas Doret que son los protagonistas verdaderos de una cinta que nos deja igual que antes de verla.