Título: | KEEP THE LIGHTS ON | |
Tit. Orig.: |
KEEP THE LIGHTS ON | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2012 | |
Dirección: | IRA SACHS | |
Guión: |
IRA SACHS, MAURICIO ZACHARIAS |
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Fotografía: |
THIMIOS BAKATAKIS |
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Música |
ARTHUR RUSSELL |
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Interpretes: |
THURE LINDHARDT, ZACHARY BOOTH, JULIANNE NICHOLSON, SOULEYMANE SY SAVANE, PAPRIKA STEEN |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 16 AÑOS | |
Duración: | 97 MINUTOS |
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Por JOSÉ MONTESINOS
Aunque ya no es lo que era hace unos años el cine independiente americano continúa, de vez en cuando, ofreciendo algunas muestras con relatos que para nada tienen que ver con los que llevan a la pantalla los grandes estudios, resultando ser en la mayoría de las ocasiones, de corte intimista.
Ira Sachs, que hace con éste su cuarto largometraje, nos plantea el tema amoroso entre dos hombres. La acción la sitúa en 1998 cuando un joven que pierde el tiempo consiguiendo hombres para satisfacer su deseo sexual a través de un teléfono erótico, conoce a un joven abogado con el que inicia una relación que durará ocho años.
A lo largo de los mismos, los protagonistas practican las adicciones y secretos que tienen cada uno de ellos, al tiempo que desarrolla la historia de amor entre ambos.
Lo que se cuenta en este largometraje es un relato autobiográfico del director quien lo ha construido junto a Mauricio Zacharias, quienes relatan una relación apasionada entre dos hombres sacudida, al mismo tiempo, por los deseos de mantener otras relaciones, sus coqueteos con las drogas, etc…
A pesar de haber sucedido en la realidad no termina de convencernos ya que no entra en profundidad en el amor de los protagonistas, y lo hace solo mostrando sus inclinaciones hacia los vicios que poseen, dejando otras cuestiones de lado.
El guion posee abundantes lagunas en el transcurso de la narración, dando saltos a través de los años y manteniendo una línea que se va repitiendo a lo largo de la proyección.
Ira Sachs, como responsable último del film, ofrece una visión algo distorsionada de lo que es una relación, ya sea entre personas de diferente sexo o del mismo. No entra en profundidad a tratar ninguno de los temas que toca y parece que en lo que está más interesado es en ofrecer secuencias de cama entre los dos amantes o con otros.
La cinta se queda a medio camino de ningún sitio, sin una historia con la que el espectador pueda sentirse identificado, simplemente pone en el tablero sus piezas y las deja actuar.
En el terreno interpretativo está mejor Thure Lindhardt, sobre el que recae un peso mayor, que Zachary Booth que parece más bien una marioneta, en determinados momentos.
A “Keep the lights on” cuya traducción sería “mantener las luces encendidas”, no posee nada por lo que merezca ser aprobada, ya que entre otras cuestiones, lo expuesto por el director ni termina por interesar a nadie sus experiencias, ni está llevado a la pantalla con la suficiente entidad.