Título: | MULHOLLAND DRIVE | |
Tit. Orig.: |
MULHOLLAND DRIVE | |
Nacionalidad: | EE.UU., FRANCIA, 2001 | |
Dirección: | DAVID LYNCH | |
Guión: |
DAVID LYNCH |
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Fotografía: |
PETER DEMING |
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Música |
ANGELO BADALAMENTI |
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Interpretes: |
NAOMI WATTS, LAURA ELENA HARRIS, ANN MILLER, JUSTIN THEROUX, DAN HEDAYA, MARK PELLEGRINO, BRIAN BEACOCK, ROBERT FORSTER |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 18 AÑOS | |
Duración: |
146 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
En la filmografía de David Lynch hay dos clases de películas: las que cuentan una historia humana y apasionante y las que muestran su mundo desquiciado y alucinante.
En el primer apartado podemos citar 'El hombre elefante' (1980) o 'Una historia verdadera' (1999).
En el segundo desde 'Cabeza borradora' (1977) a 'Carretera perdida' (1997), donde aparecen las pesadillas e indescifrables vericuetos de la mente de Lynch, por lo que los títulos que pertenecen a esta etapa los odias o los amas, pero siempre procurarán provocar reacciones de los espectadores, en un sentido o en otro, si es lo primero posiblemente el espectador se olvidará de ella a poco de salir de la sala.
Tras la apacible humanidad disfrutada en 'Una historia verdadera' (1999), nos volvemos a sumergir en esta otra carretera, la que une Los Angeles con Hollywood, en este siniestro thriller.
En 'Mulholland Drive' (2001) Lynch vuelve a su cine caótico y pedante en el que se mezclan varias historias que no están muy claras: la de dos mujeres, Betty una joven canadiense de grandes ojos que llega al soleado Hollywood donde aspira esperanzada a ser estrella de cine que cree que los sueños se pueden hacer realidad pero a veces se convierten en una auténtica pesadilla y la morena y seductora Rita que pierde la memoria tras un accidente quedando amnésica; la de Adam Kesher un joven director manipulado por la mafia y finalmente la de un supuesto amigo que mata a otro y a dos personas más, en esta sinuosa aventura de pistas y de preguntas sin respuestas que nos lleva más allá de los sueños y de la propia realidad.
A medida que la trama avanza no todo lo que se ve y se oye es real, aunque así se crea que es este lado oscuro de la condición humana en este noveno film de Lynch.
Esas líneas argumentales se tocan en algún momento.
Las retorcidas y artificiosas historias constituyen un rompecabezas, un laberinto en el que hay que buscar las pistas para poder encontrar la salida, de no ser así la sobrevalorada cinta decepciona, ya que a partir de un determinado momento la narrativa se vuelve extremadamente confusa con un total desprecio por el estilo tradicional de Hollywood.
Todo transcurre más o menos bien clarificado, perfectamente rodado, con una ambientación musical a base de sintetizadores de Angelo Badalamenti que subyuga, hasta que a las dos horas de metraje Lynch parece volverse loco y cambia o duplica personajes, trata de justificarlo todo con una alucinante traca final que emborrona lo que había realizado tan bien, con el descubrimiento de dos estupendas actrices Naomi Watts y Laura Elena Harris que con la música son de lo mejor de esta película que resulta auténticamente surrealista sobre el lado oscuro de la condición humana.
Sobran escenas que alargan innecesariamente una historia que podía haberse quedado en la de las dos chicas protagonistas y hubiera resultado excelente.
Mejor director (ex-aequo con los Cohen) en el Festival de cine de Cannes de 2001. Premio al mejor film por el Círculo de críticos de Nueva York. Cuatro nominaciones a los Globos de oro (película, director, guion y música). Una nominación al Oscar (director)