Título: | SEÑALES | |
Tit. Orig.: |
SINGS | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2001 | |
Dirección: | M. NIGHT SHYAMALAN | |
Guión: |
M. NIGHT SHYAMALAN |
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Fotografía: |
TAK FUJIMOTO |
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Música |
JAMES NEWTON HOWARD |
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Interpretes: |
MEL GIBSON, JOAQUIN PHOENIX, CHERRY JONES, PATRICIA KALEMBER, M. NIGHT SHYAMALAN |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 13 AÑOS | |
Duración: |
105 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
A pesar de llevar cinco largometrajes M. Night Shyamalan se destapó con 'El sexto sentido' (1999), que fue todo un éxito y donde comenzó una especie de trilogía sobre sus inquietudes personales.
En 'Señales' (2001) hay dos películas en una, donde se unen lo sobrenatural y la filosofía religiosa.
Hay el tema de esos mensajes del más allá que quedan marcados en los campos de cultivo de muchos lugares del mundo, algo que es real aunque aún no tenga una explicación lógica, que podía ser un film espectacular sobre extraterrestres.
Hay otra cinta sobre la crisis y el drama íntimo de Graham Hess, un predicador que, tras perder a su mujer en un accidente de tráfico, ha abandonado su parroquia y a sus feligreses, porque él ha perdido la fe, y se ha retirado a su granja, con sus dos hijos pequeños y su hermano menor, que vive torturado por un fracaso deportivo.
Ambas son complementarias.
Hacer una película de alienígenas sin contenido podía quedar superficial.
Esta parte es mucho más interesante cuando aún no se han visto estos seres extraños que para los poderes que poseen no parece querer mostrarlos o no se manifiestan de manera muy inteligente. Por ese lado algo falla en el guion.
Tal vez la parte más interesante sea la del drama interior de este hombre, el dolor que experimenta por la pérdida de su esposa y cuyas creencias fueron vapuleadas por este suceso y esa circunstancia externa le puede llevar a recuperar la fe perdida.
El film tiene suspense, a través de una atmósfera inquietante, bien creada a base de ruidos, música, efectos.
Posee la emoción de saber cómo acabará todo.
Tiene la humanidad de una persona en crisis, cómo puede influir en su familia y el mensaje universal de si es posible recuperar la fe en algún momento.
Todo ello está desarrollado con un estilo muy personal y característico del cine de Shyamalan, con un enfoque que es a la vez clásico y novedoso, con una sensibilidad moderna en la puesta en escena con un escenario casi único de interiores claustrofóbicos y media docena de actores bien dirigidos.
Los amantes de las emociones fuertes pueden quedar algo decepcionados.
Los que pretendan ver algo más que un cuento de ciencia ficción con contenido quedarán más satisfechos con la inclusión del melodrama intimista de los protagonistas.