Título: | C.R.A.Z.Y. | |
Tit. Orig.: |
C.R.A.Z.Y. | |
Nacionalidad: | CANADÁ, 2005 | |
Dirección: | JEAN-MARC VALLÉE | |
Guión: |
JEAN-MARC VALLÉE, FRANÇOIS BOULAY |
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Fotografía: |
PIERRE MIGNOT |
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Música |
DAVID BOWIE |
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Interpretes: |
MICHEL CÔTÉ, MARC-ANDRÉ GRONDIN, DANIELLE PROULX, ÉMILIE VALLÉE, MAXIME TRAMBLAY, PIERRE-LUC BRILLANT, ALEX GRAVEL, FELIX-ANTOINE DESPATIE |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 13 AÑOS | |
Duración: |
125 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Zac es el cuarto de cinco hermanos de una familia francófona, tradicional católica de clase media, que nació el 25 de diciembre de 1960, algo que va a ser determinante en su vida.
Es el preferido de Gervais, su padre, pero conforme va descubriendo el sexo, se da cuenta de que es homosexual, lo cual oculta por no perder el afecto de su progenitor y evitar el enfrentamiento con sus hermanos.
Jean-Marc Vallée se inspiró libremente en la vida de su guionista François Boulay para contar esta historia que es un homenaje a la tolerancia en la que el chico ha de negar su identidad para no perder el amor de su padre, un hombre homófobo y sin embargo un gran admirador de Patsy Cline, todo un símbolo de gays y lesbianas, y de su canción 'Crazy' (los hijos comienzan sus nombres con las iniciales), con una esposa muy religiosa que trata de conciliar a los demás miembros de la familia donde hay de todo, quien coquetea con las drogas y lo termina pagando caro, hasta el intelectual.
No obstante el tema de la homosexualidad es en cierto modo secundario en la película prestándole más atención a las relaciones familiares, las dudas y desorientaciones de la adolescencia y su paso a la madurez, la búsqueda de la identidad, la pérdida del sentido religioso, todo ello a través de dos décadas de esta familia y dando un repaso a esa sociedad católica en la que se empiezan a notar cambios, de cierta relajación y de tolerancia en el férreo control de la Iglesia católica.
El guion hace algunas concesiones y le cuesta acabar este repaso a las costumbres, a la cultura, a las gentes y a la música, a través de una rica banda sonora de unas veinte canciones que van marcando el devenir del tiempo de la historia que tiene algunas situaciones algo forzadas y otras un poco reiterativas.
La sobria dirección mantiene un ritmo más bien plano pero constante y el interés por el relato no se pierde, porque lo que nos cuenta está lleno de veracidad y expuesto con suma honradez, bien interpretado, aunque abuse de la voz en off.
Premio del público en el Atlantic Film Festival. Cuatro premios en el Festival de Gijón: director, guion, Especial del Jurado joven y Gran Premio Asturias. Premio especial del Jurado en el Festival de Marrakech. Premio en el Festival de Toronto al mejor film canadiense.