Título:	NEED FOR SPEED
Tit. Orig.:	NEED FOR SPEED
Nacionalidad:	EE.UU., INGLATERRA, IRLANDA, FILIPINAS 2014
Dirección:	SCOTT WAUGH
Guión:	GEORGE GATINS. Basado en el videojuego del mismo título
Fotografía:	SHANE HURLBUT
Música	NATHAN FURST
Interpretes:	AARON PAUL, DOMINIC COOPER, IMOGEN POOTS, RAMON RODRIGUEZ, MICHAEL KEATON, DAKOTA JOHNSON, SCOTT MESCUDI, HARRISON GILBERTSON, RAMI MALEK
Censura:	NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 16 AÑOS
Duración:	131 MINUTOS

 Por  PACO CASADO

      Los videojuegos son últimamente una de las fuentes de inspiración de los guionistas que se limitan a adaptar sus argumentos a la pantalla como antaño lo hacían con una novela o una obra de teatro y recientemente con los cómics.
 En esta ocasión se trata de la famosa saga de videojuegos de espectaculares carreras que triunfó a mediados de los años 90, de la que se han vendido más de 140 millones de ejemplares en todo el mundo, adaptada al cine con gran realismo.
 Tobey Marshal es un mecánico y piloto de carreras callejeras ilegales que para conservar su taller, que está lleno de deudas, acepta asociarse con el ex piloto Dino Brewster, pero una mortal carrera mete a Tobey en la cárcel por un crimen que no cometió.
 Dos años más tarde sale de prisión dispuesto a vengarse de Dino pero la única forma es participando en la más peligrosa de las carreras clandestinas y para llegar a tiempo tendrá que burlar a la policía con la ayuda de la vendedora de coches Julia Bonet.
 Esta película supone el regreso a un género un tanto olvidado por el cine en el que hay famosos precedentes como 'Indianápolis' (1950), 'Grand Prix' (1966), 'Las 24 horas de Le Mans' (1971), etc. que remarcan el culto al motor en las décadas de los años 60 y 70, recuperando el espíritu del mito americano de las carreras.
 El film es la crónica de un viaje por EE.UU. en busca de venganza, rodada en los escenarios reales con especialistas en la conducción que trasladan a la pantalla la sensación de peligro a gran velocidad en las persecuciones al límite.
 Es una historia para los fans de la acción y las huidas increíbles, de coches en carreras callejeras y escenas de riesgo, sin utilizar efectos especiales.
 El guion del actor y guionista George Gatins ('El vuelo' (2012)) recoge una historia de lo más simple, como se ha contado más arriba, resumida en el título de la crítica como la historia de una venganza a toda velocidad, donde está el mayor atractivo de esta cinta, sobre todo para aquellos espectadores que sean aficionados a los coches de alta gana con gran cilindrada y a las carreras en los circuitos internacionales.
 En este caso son carreras ilegales y persecuciones de la policía, con la consiguiente destrucción de esos carísimos vehículos sobre cuatro ruedas que cuestan dos o tres millones de dólares.
 Para lo corta que es la anécdota argumental, el metraje no está en proporción con lo que se cuenta y evidentemente está estirado y rellenado con peripecias circense, no en vano el director Scott Waugh viene del mundo de los especialistas, que debutó con 'Acto de valor' (2012), codirigido con Mike McCoy, siendo este su segundo largometraje ahora ya en solitario.
 Lo que dudamos es que haya tantos aficionados al motor y a esta clase de producciones como para salvar su elevado coste, ya que al resto de espectadores poco les puede interesar esta elemental historia mil veces vista.

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