Título: | CABEZAS HUECAS | |
Tit. Orig.: |
AIRHEADS | |
Nacionalidad: | EE.UU., 1994 | |
Dirección: | MICHAEL LEHMANN | |
Guión: | RICH WILKES | |
Fotografía: | JOHN SCHWARTZMAN | |
Música | LONN FRIEND | |
Interpretes: | BRENDAN FRASER, STEVE BUSCEMI, ADAM SANDLER, CHRIS FARLEY, MICHAEL McKEAN, JUDD NELSON, MICHAEL RICHARDS, JOE MANTEGNA, NINA SIEMASZKO, ERNIE HUDSON, AMY LOCANE | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 18 AÑOS | |
Duración: | 93 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Nos da la impresión de que el cine americano debe atravesar una pequeña crisis a juzgar por las películas que llevamos vistas desde que comenzó la temporada.
Tan sólo se salvan los films de gran presupuesto y lanzamiento extraordinario, porque lo que es la producción media nos parece que está más baja que otros años.
Por una parte se dirige a sectores muy concretos aunque por otra en el aspecto de realización suelen estar hechas con bastante dignidad.
Lo que falla en muchas de estas cintas son los argumento y temas elegidos que tan sólo interesan muy parcialmente.
Un ejemplo de lo apuntado puede ser 'Cabezas huecas' (1994) y nunca mejor dicho.
Se trata de tres jóvenes que quieren hacerse famosos en la música.
Para ello se les ocurre que lo mejor es dirigirse a una emisora y que le pongan la maqueta de su futuro disco.
Cuando el presentador se niega y el director de la radio les quiere echar, poco menos que a patadas, les amenazan con armas de fuego de juguete, pero tan perfectamente hechas que se lo cree.
El administrador se encarga de dar el soplo telefónico a la policía y ya está todo el lío formado.
Lo que podía haber derivado a una película dramática tras la amenaza y posterior secuestro del personal de la radiodifusora que se hubiera convertido en un film duro y con posible siembra de cadáveres, se toma desde un principio en tono de comedia, por lo que no llega la sangre al río y todo se hace mucho más amable y divertido, aunque esto último alcanza pocos grados.
Como se puede apreciar, el argumento es mínimo y tan sólo sirve para ofrecer abundante música de rock de fondo que suena constantemente a lo largo de casi toda la cinta.
Los jóvenes intérpretes se adecuan a los personajes alocados que han de incorporar, mientras que Michael Lehmann, director de 'El gran halcón' (1991), se limita a poner discretamente en imágenes este simple argumento sin quebrarse mucho la cabeza.