Título: | PASAJES | |
Tit. Orig.: |
PASAJES | |
Nacionalidad: | ESPAÑA, 1996 | |
Dirección: | DANIEL CALPARSORO | |
Guión: | DANIEL CALPARSORO | |
Fotografía: | KIKO DE LA RICA | |
Música | ALBERTO IGLESIAS | |
Interpretes: | NAJWA NIMRI, CHARO LÓPEZ, ION GABELLA, ALFREDO VILLA, KARLA CALPARSORO, ALDO SAMBRELL, MARIVÍ BILBAO, KÁNDIDO URANGA, ARSENIO LUNA | |
Censura: | AUTORIZADA PARA MAYORES DE 18 AÑOS | |
Duración: | 85 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
El director catalán Daniel Calparsoro sorprendió con la dureza de su primera película, 'Salto al vacío' (1995) y ahora con la segunda, 'Pasajes' (1996), continúa en idéntica línea, en el mismo tema, con protagonistas marginales que parece que quieren huir de la realidad, abstraídos en unos ideales imposibles.
Gabi, una juvenil ladronzuela marginal, busca en Carmina, una señora de la limpieza, alcohólica y sin trabajo, a la mujer de sus sueños.
Gabi trata de convencerla para que se convierta en una mujer maravillosa que la cuide y la quiera, dándole todo lo que ella necesita: amor, una casa, calor humano y la sensación de ser alguien en esta vida.
El gancho que utiliza es su aplastante personalidad y unos zapatos de mármol verde.
Trata de construir el guion como si fueran retazos de vida, con unos personajes juveniles y su degradado entorno que nos suenan ya a conocidos de su film anterior y entre los que chirría la presencia del de Charo López.
No acaba de darle unidad para formar un mosaico perfecto, por lo que el relato se desintegra y el tapiz resulta inacabado.
Lo que en su ópera prima le salió aceptable aquí termina por poner de manifiesto los defectos que no se apreciaban en aquella.
El guion deja buena parte a la improvisación de la puesta en escena, a los diálogos imposibles, llenos de tacos y mísera literatura barriobajera.
Se quiere construir un thriller con cuatro robos de poca monta y un pretendido clima boxístico.
La dirección intenta resolverlo todo a base de planos secuencias sin sentido o cámara a mano que en ningún momento justifica su utilización.
De nada sirve que de vez en cuando construya imágenes con cierta fuerza o capte bien los ambientes sórdidos si no sirven para el conjunto, con unos personajes inacabados, sin definir, en los que es imposible meter, como se pretende, ni un ápice de poesía. Esperábamos más y nos ha decepcionado por completo.