Título: | EJECUTIVO AGRESIVO | |
Tit. Orig.: |
ANGER MANAGEMENT | |
Nacionalidad: |
EE.UU., 2003 |
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Dirección: | PETER SEGAL | |
Guión: | DAVID DORFMAN | |
Fotografía: | DONALD McALPINE | |
Música | TEDDY CASTELLUCCI | |
Interpretes: | JACK NICHOLSON, ADAM SANDLER, MARISA TOMEI, LUIS GUZMÁN, JOHN TURTURRO, WOODY HARRELSON, HARRY DEAN STANTON, JOHN McENROE | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 7 AÑOS | |
Duración: | 100 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
A la comedia americana actual le falta verosimilitud ya que va siempre encaminada a obtener la risa fácil del espectador y con ello encontrar el mejor camino a la comercialidad.
De esta forma no se ha dudado en hacer una mezcla explosiva con el cómico Adam Sandler y el histriónico Jack Nicholson, capaz del mejor papel dramático y de la farsa más desaforada y desmedida que se pueda imaginar, con su gran capacidad de gesticulación, a veces pasada de la raya.
David, un ejecutivo, es condenado por un juez a someterse a la terapia, poco ortodoxa, del indescriptible Dr. Buddy por un comportamiento pretendidamente agresivo en un avión.
Lo que no se sabe es quien está más loco, si el paciente o el psiquiatra, ya que las situaciones son de lo más estrafalarias e inimaginables, en una historia sin pies y con poca cabeza, en la que tan sólo algunas escenas aisladas resultan graciosas.
El guion de esta comedia, con estridentes ramalazos de locura genuina que opta por el desmadre, podía haber sacado más partido de este juego.
Al final da un giro inesperado para tratar de justificar tanta incongruencia, pero cae en un complaciente y acomodaticio happy end, increíble de todo punto, para conseguir complacer al espectador y demostrarle cómo se ha dejado engañar.
Lo mejor del film son los excéntricos e inestables pacientes de la terapia de grupo y los cameos de famosos como Woody Harrelson, Harry Dean Stanton, el tenista John McEnroe o el ex-alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani.
El mediocre y nefasto Peter Segal directro de 'El profesor chiflado II' (2002) entre otras, podía haberle sacado más producto a esta cinta que pierde el ritmo y desaprovecha el duelo interpretativo de los dos actores de la cabecera de cartel.
En definitiva, una comedia bufa sobre la necesidad de comprender las causas de nuestra violencia interior, pero fallida.