Título:	MÁS ALLÁ DEL AMOR
Tit. Orig.:	ENDLESS LOVE
Nacionalidad:	EE.UU., 2014
Dirección:	SHANA FESTE
Guión:	SHANA FESTE, JOSHUA SAFRAN
Fotografía:	ANDREW DUNN
Música	CHRISTOPHE BECK
Interpretes:	ALEX PETTYFER, GABRIELLA WILDE, BRUCE GREENWOOD, JOELY RICHARDSON, ROBERT PATRICK, RHYS WAKEFIELD, EMMA RIGBY, DAYO OKENIYI
Censura:	AUTORIZADA PARA TODOS LOS PÚBLICOS
Duración:	104 MINUTOS

 Por  PACO CASADO

       La escasez de ideas de los guionistas americanos se pone de manifiesto una vez más cuando sus nuevos guiones se basan en best sellers de gran éxito, comics de superhéroes o remake de viejas películas que triunfaron en las pantallas en su momento.
 Esto último es lo que ocurre con el film que comentamos 'Más allá del amor' (2014), ya que se trata del remake de 'Amor sin fin' (1981) que dirigió Franco Zeffirelli, protagonizado por Brooke Shields y Martin Hewitt encarnando a la pareja protagonista.
 Aquella, como ésta ahora, estaba basada en la novela escrita por Scott Spencer, que fue todo un fenómeno editorial en los años setenta, en la que no se hacía otra cosa que llevar a la actualidad un problema de siempre que en su día plasmó William Shakespeare en su drama 'Romeo y Julieta', en la que exponía el amor entre dos adolescentes que se enamoran perdidamente, pero ese amor es perturbado por sus familias por pertenecer a clanes distintos que estaban enfrentados.
 En esta ocasión la variante de estos dos jóvenes enamorados al terminar en el instituto no es el enfrentamiento de las dos familias sino la diferencia de clases y el egoísmo de un padre que cree hacer lo mejor por su hija, mientras que por debajo está torpedeando a su propia familia.
 Jade Butterfield tiene 17 años y es hija de un afamado médico con una buena posición social. Al terminar el curso se enamora perdidamente de David Elliott, de 18, con mucho carisma, hijo Harry, un simple mecánico viudo.
 La atracción mutua que sienten los dos jóvenes surge como consecuencia de un amor puro de manera inevitable y tratan de llevarlo a cabo a pesar de las dificultades que encuentran, principalmente por Hugh Butterfield, el padre de ella, que quiere algo mejor para su hija, a lo que pondrá toda clase de piedras en el camino.
 Estamos ante el tercer largometraje que dirige la californiana Shana Feste quien tras escribir el guion de un corto debutó en el cine con 'El mejor' (2009), con Pierce Brosnan, Susan Sarandon y Carey Mulligan, al que siguió 'Country Strong' (2010), con Gwyneth Paltrow y Tim McGraw.
 Aquí expone la pasión de un amor de verano que cambia la vida de Jade, sobreprotegida por su padre, y David sin dinero y con un pasado turbulento, con una dirección sin altibajos.
 Para ambos el fuego del amor que ha nacido en ellos no entiende de diferencia de clases, ni de ninguna barrera que lo obstaculice y tratarán de vencer todos los obstáculos.
 La pareja protagonista en esta ocasión está formada por Gabriella Wilde a la que hemos visto en el reciente remake de Carrie y por el actor y modelo de moda Alex Prettyfer.
 La cinta de Zeffirelli no tuvo un gran éxito pero era recordada por la canción compuesta por Lionel Ricchie, que aquí la banda sonora la componen varias canciones, con una fotografía luminosa y preciosista de una gran belleza y lujosos decorados impecables.
 En definitiva no se trata más que de una romántica historia de amor juvenil, correctamente dirigida e interpretada entre otros por veteranos como Bruce Greenwood y Joely Richardson en el papel de los padres de ella.

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 Producida por Carlos Reygada, Carlos Serrano Azcona, Jaime Rosales y Jaime Romandía, hace su ópera prima el guionista y director madrileño Carlos Serrano Azcona, que fue ayudante de dirección de Carlos Reygada en su primer largometraje, Japón.
Antes estudió Filosofía en la Universidad Complutense y dirección en la London Film School, pero poco aprovecharía el tiempo a juzgar por los resultados de su ópera prima.
 A la vista de quienes son los productores, del estilo de cine que suelen hacer, de la ayudantía de dirección con el que aprendió, no es de extrañar que el cine que lleva a cabo en su primera película este individuo sea exactamente igual que el de sus próceres, con las mismas características, de aburrido, de sin sentido, de sin argumento y de sin idea de lo que es el lenguaje cinematográfico en su afán de innovar o de epatar, siempre con la cámara a mano y pegada a la nuca del protagonista que deambula por las discotecas y las calles de noche, de día o duerme en un banco, sin la más mínima elipsis de tiempo.
 El protagonista se ha divorciado de su mujer pero quiere ver a sus hijas, cosa que tiene prohibido por ley y a pesar de ello se empeña en hacerlo. Ha trabajado fugazmente en la discoteca de un amigo pero es expulsado a las primeras de cambio y se vuelve a quedar en la calle sin nada que hacer. Termina acercándose a ver a su abogado que le vuelve a decir que no haga nada y acaba por querer tirarse de un puente y ahí se corta la historia, si es que a eso se le puede llamar así, que está mejor contada en estas cuatro líneas que en las insoportables imágenes de esto ya que no nos atrevemos a llamarle película.
 Esta misma técnica en las cintas de Reygada es aburrida, se ve crecer la hierba, observar íntegro un amanecer o una puesta de sol, pero al menos tiene una belleza que aquí no hay por ningún lado. Y se ponga como se ponga el director y sus patrocinadores esto es anticine, anticomercial y dudamos que encuentre quien lo estrene. Pasó por el Festival de San Sebastián en una de las secciones paralelas, que es donde se ha llegado a exhibir y los pocos que la vieron salieron echando pestes.