Título: | CÁMARA SELLADA | |
Tit. Orig.: |
THE CHAMBER | |
Nacionalidad: | EE.UU., 1996 | |
Dirección: | JAMES FOLEY | |
Guión: |
WILLIAM GOLDMAN, CHRIS REESE. Basados en la novela escrita por JOHN GRISHAM |
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Fotografía: |
IAN BAKER |
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Música |
CARTER BURWELL |
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Interpretes: |
CHRIS O'DONNELL, GENE HACKMAN, FAYE DUNAWAY, LELA ROCHON, ROBERT PROSKY, MILLIE PERKINS, NICHOLAS PRYOR, HARVE PRESNELL |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 18 AÑOS | |
Duración: |
111 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Siguiendo en la misma línea de sus anteriores éxitos novelísticos, 'La tapadera', 'El informe Pelícano', 'El cliente' y 'Tiempo de matar', John Grishan ha escrito esta vez un argumento directamente para el cine, que también se ha transformado posteriormente en best-seller literario, sobre la pena de muerte, en el que se implican igualmente otros temas como el racismo en una región tan conflictiva de los Estados Unidos como la de Mississippi, con las influencias del Ku Klus Klan de por medio, y las relaciones familiares.
Aparte de esta línea argumental, hay otra de tipo sentimental en la que un joven e inexperto abogado trata de salvar a un hombre de la cámara de gas que, por demás es su abuelo.
A este argumento se le da un carácter detectivesco, lo que conduce al protagonista no sólo a intentar obtener las pruebas suficientes para su cliente y de saber la identidad de otro posible culpable, sino también a conocer el pasado de su familia, el por qué se suicidó su padre o su tía se ha dado a la bebida. Todo esto hace que los aspectos legales para obtener el indulto no se hagan muy áridos y sean asequibles de cara al espectador y que la producción resulte algo más comercial.
A esto último también contribuye la cabecera de cartel, con el enfrentamiento de Gene Hackman, que hace una soberbia interpretación de este abuelo, que es un asesino irrecuperable para la sociedad, verdugo y víctima de unas creencias racistas en las que se educó y que increíblemente, influido por una ideología acendrada en él desde pequeño, es capaz de callar y proteger al verdadero terrorista a pesar de que le cueste su propia vida.
En este sentido el extraordinario actor se come materialmente a su joven oponente, Chris O'Donnell, un actor blandito, con cara de buen chico y algo inexpresivo, que es metido como carne comercial en el bocadillo que forman los veteranos Gene Hackman y Faye Dunaway.
James Foley hace una dirección artesanal, limitándose a poner en escena lo que tiene entre manos y deja hacer a los grandes actores de que dispone, que le sacan bien las castañas del fuego.
Resulta así un producto bastante correcto y un alegato más contra la pena de muerte con la duda de que tal vez se manda a un inocente a la cámara de gas.