Título: |
¡QUÉ BELLO ES VIVIR! |
|
Tit. Orig.: |
IT'S A WONDERFUL LIFE | |
Nacionalidad: | EE.UU., 1946 | |
Dirección: | FRANK CAPRA | |
Guión: |
FRANCES GOODRICH, ALBERT HACKETT, FRANK CAPRA |
|
Fotografía: |
JOSEPH WALKER, JOSEPH BIROC |
|
Música |
DIMITRI TIOMKIN |
|
Interpretes: |
JAMES STEWART, DONNA REED, LIONEL BARRYMORE, THOMAS MITCHELL, HENRY TRAVERS, BEULAH BONDI, FRANK FAYLEN, WARD BOND, GLORIA GRAHAME, H.B. WARNER |
|
Censura: | AUTORIZADA PARA TODOS LOS PÚBLICOS | |
Duración: |
119 MINUTOS |
---|
Por PACO CASADO
Después de más de medio siglo de su realización, a pesar de las nuevas corrientes y adelantos del cine, esta película, que se ha convertido en uno de los mayores clásicos, sigue conservando su ternura, su poesía y su frescura, y continua siendo la más programada por las televisiones de todo el mundo en las fechas navideñas, con el consiguiente ahorro para los canales televisivos ya que desde 1973 quedaron libres los derechos que pasaron a ser de dominio público.
George Bailey es el bondadoso accionista mayoritario de una empresa de préstamos para construir viviendas en la pequeña ciudad de Bedford Balls.
George está casado y es padre de una numerosa familia, vive una difícil situación económica que le lleva a enfrentarse al propietario del banco, el señor Potter.
Desesperado decide suicidarse, pero cuando está a punto de saltar al río, su ángel de la guarda, Clarence, le salva.
Éste deberá convencer a George de que su vida ha valido la pena.
Con un sencillo relato, nos muestra el mundo del protagonista, George Bailey, y de las personas que le rodean.
Éste es un honrado ciudadano al que un poderoso banquero trata de arruinarlo.
El día de Nochebuena le desaparece una importante suma de dinero lo que supondría su ruina y la quiebra del negocio, ocasionando un gran escándalo, pero algo extraordinario ocurre que lo impide.
Célebre fábula navideña con claras influencias de Cuento de Navidad, de Charles Dickens, que se ha convertido en un clásico del séptimo arte.
Lo cotidiano adquiere en este film un valor esencial en función de lo que se pretende, porque aún hay en nuestro mundo muchos George Bailey, aunque no sepamos verlos.
A pesar de ser dulce, amable, sentimental y emotiva, en su día la censura la consideró picante por algunos elementos que no gustaron a los censores de la época en sus referencias a Dios y al sexo aunque fueran ingenuas.
Estas revelaciones se han conocido seis décadas después por la Academia americana.
Frank Capra dirigió este cuento de hadas moderno con cierta carga de crítica social habitual en muchas de sus cintas protagonizadas por hombres sencillos pero íntegros, que se enfrentan a poderosas instituciones consiguiendo que la bondad triunfe sobre la maldad, en la que nos dice que debemos seguir teniendo esperanzas, cuando nos abatimos en los momentos difíciles, para que podamos levantar la mirada al cielo y pedir que ocurra un milagro.
Capra conocía como nadie los resortes de la comedia y los sentimientos del corazón y así es quien mejor refleja el espíritu de su tiempo, los años 40 en los que aún se vivían las tristes consecuencias del crack económico.
Con mano maestra dosifica la risa hasta llegar a la boda, en la que, en un rápido quiebro, nos pasa al drama, para disponernos al estallido final, en el que, como un luminoso haz de cohetes multicolores que estallan en el cielo en una noche de verbena, el protagonista desparrama su alegría sobre los corazones de los espectadores sin que puedan contener su emoción, e incluso una lágrima, porque de alegría también se puede llorar.
Ganó el Globo de oro al mejor director y recibió cinco nominaciones al Oscar (película, director, James Stewart, montaje y sonido). Premio del CEC al mejor film extranjero.