Título: |
FULL MONTY |
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Tit. Orig.: |
FULL MONTY | |
Nacionalidad: | INGLATERRA, 1997 | |
Dirección: | PETER CATTANEO | |
Guión: |
SIMON BEAUFOY |
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Fotografía: |
JOHN DE BORMAN |
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Música |
ANNE DUDLEY |
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Interpretes: |
ROBERT CARLYLE, TOM WILKINSON, MARK ADDY, PAUL BARBER, STEVE HUISON, HUGO SPEER, EMILY WOOF |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 13 AÑOS | |
Duración: |
90 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Siempre hemos sido partidarios de "la imaginación al poder", porque con ella es posible combatir en el cine a las grandes super producciones americanas.
'Full Monty' es un derroche de ingenio, gracia y simpatía, que se hace rápidamente con el favor del espectador.
La idea es muy simple, media docena de obreros siderúrgicos que llevan tiempo en el paro deciden, impulsado por uno de ellos que es más arriesgado y que quiere obtener dinero para conseguir la custodia de su hijo, montar un espectáculo de desnudo integral, que esa podía ser la traducción del título original.
Es un grupo muy irregular, son feos, nada apuestos, tienen personalidades muy diferentes e incluso contradictorias, no tienen dinero, pero sí el orgullo para no tener que ser mantenidos por sus mujeres y no tienen ninguna virtud que les anime a triunfar, pero la desesperación hace que cambien los papeles femeninos del espectáculo y se decidan a ello.
La película debe haber sido hecha con un escaso presupuesto, pero posee un guion muy rico que sabe crear situaciones divertidas, perfilar bien a los distintos tipos y sus situaciones particulares con sus esposas sin pasarse nunca al melodrama, pero poniendo su punto de acritud al problema del paro, la revolución industrial y otros temas como las relaciones matrimoniales, la separación, la familia.
Un hombre experto en su trabajo en televisión como Peter Cattaneo, que hace su debut en el largometraje con esta ópera prima, logra disponer de un cuadro excelente de actores, mantiene bien el ritmo, sabe dar el tiempo justo a los gags y consigue una comedia fresca y desenfadada, llena de vitalidad y simpatía, con su punto de humor negro, que se hace rápidamente, desde el principio, con el favor del espectador.
El film es deudor de ese género proletario creado por Stephen Frears y Ken Loach y posee una rica banda sonora que pone la guinda a este divertido pastel.
No es de extrañar que este monumento a la inteligencia haya obtenido el premio del público en los Festivales de Locarno y Melbourne y que se convierta en una de las sorpresas de la temporada.
Oscar a la mejor banda sonora. Bafta del público. Premio Bodil. Premio Brit al sonido. Premio British Comedy. Premio Butaca a la mejor película de autor. David de Donatello al mejor film extranjero. Premio del público en el Festival de Edimburgo y de la Academia del cine europeo y mejor película. Goya al mejor film europeo. Premio OCIC en San Sebastián. Premio Sant Jordi mejor film extranjero.