Título:	EL MUNDO SIGUE
Tit. Orig.:	EL MUNDO SIGUE
Nacionalidad:	ESPAÑA, 1963
Dirección:	FERNANDO FERNÁN GÓMEZ
Guión:	FERNANDO FERNÁN GÓMEZ. Basado en la novela escrita por JUAN ANTONIO ZUNZUNEGUI
Fotografía:	EMILIO FORISCOT
Música	DANIEL J. WHITE
Interpretes:	FERNANDO FERNÁN GÓMEZ, LINA CANALEJAS, GEMMA CUERVO, MILAGROS LEAL, AGUSTÍN GONZÁLEZ, FRANCISCO PIERRÁ, JOSÉ CALVO, MARÍA LUISA PONTE, PILAR BARDEM, FERNANDO GUILLÉN, JOSÉ CALVO, JOSÉ MARÍA CAFFAREL, MARISA PAREDES
Censura:	NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 12 AÑOS
Duración:	116 MINUTOS

 Por  PACO CASADO

    Si en algún momento hay que hablar de cine de autor en España, habría que contar, sin lugar a dudas, con el de Fernando Fernán Gómez, como se puede ver en esta su octava película de las dirigidas por él, en la que toca varias teclas, que le coloca entre los mejores directores de nuestro cine.
 Esta es una de las malditas de Fernando Fernán Gómez y de los títulos menos conocidos de él, que nunca se estrenó en Madrid, tan sólo se vio en algunos cine-clubs y en la Filmoteca, y en provincia en cines de reestrenos, por ejemplo en Bilbao un 10 de julio de 1965 de manera casi clandestina, en un programa doble y con dos años de retraso, por lo que comercialmente fue un desastre, todo lo contrario que en su aspecto artístico, merecedora de estar entre la mejor historia del cine español.
 Como castigo por la censura española se le otorgó la calificación 3ª o C que no tenía derecho a subvención estatal, porque en sus imágenes se denunciaba las desigualdades sociales y culturales que había en aquellos años.
 Se pasó en 1982 en un ciclo sobre Fernán Gómez en la 2 de TVE y tuvimos ocasión de verla en el pase que se dio en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva en el ciclo de homenaje a su director.
 La acción se sitúa en los años sesenta en el barrio madrileño de Maravillas. Agapito vive con sus dos hijas Eloisa y Luisita. La primera está casada con Faustino, un camarero jugador empedernido obsesionado con las quinielas. Es una esposa abnegada y madre eficiente. Su marido de vez en cuando la maltrata.
 Un día Faustino la abandona y Eloisa acude a casa de su padre ante su desesperada situación económica.
 Por su parte Luisita de vida licenciosa y regalada se ha marchado de casa y ha prosperado debido a la existencia que lleva. Las dos hermanas, obsesionadas cada una a su manera por la riqueza, se profesan un profundo odio mutuo.
 Finalmente el hijo, Rodolfo, se salió del seminario antes de ordenarse sacerdote y se pasa la vida estudiando y rezando por los pecados familiares.
 El film refleja de forma neorrealista la pobreza y la miseria en la que vivían los españoles en la etapa franquista, en la que aunque no se hablara de ello existía el adulterio, el aborto, los malos tratos a la mujer, el hambre, el machismo, la ambición, la prostitución, temas que aparecen reflejados o insinuados en sus imágenes, junto con la injusticia que existía en el mundo, la rivalidad y el odio cainita sin piedad entre hermanas, y la obsesión ciega por el dinero.
 Es una versión en toda su crudeza y dramatismo de una serie de elementos y problemas sociales que ya estaban en 'El malvado Carabel' (1956) y que continuó tratando posteriormente en 'La vida por delante' (1958) y su continuación en 'La vida alrededor' (1959), sin el humor de estas dos últimas, completando esta trilogía social en torno a un país irrespirable.
 A través de una estupenda fotografía en blanco y negro nos da el contraste de dos Madrid distintos que caracteriza a las dos hermanas, que están siempre en constante pelea, el del barrio, del costumbrismo y el del centro con sus cabaretes y clubs sociales y el lujo en el que se mueve Luisita.
 El sexo marca el comportamiento de las dos hermanas, sin que se llegue a ver. Mientras que Luisita es desinhibida en este sentido y esconde su nostalgia del matrimonio, entretanto Eloisa es todo lo contrario, está enamorada de su marido y soporta su carácter hasta que la abandonó. Hace gala de su sentido de la moral y la honra pero a costa de su represión, ya que su matrimonio con Faustino es de lo más tradicional, ella cuida de los hijos y del hogar y satisface sexualmente a su marido que no quiere saber nada de sus problemas y a la que tiene en el fondo como criada y cocinera.
 Lina Canalejas y Gemma Cuervo, con una notable interpretación aportan una turbadora sensualidad y hacen, como la totalidad de los demás actores, un extraordinario trabajo al estar muy bien dirigidos.
 La cinta en el fondo es un melodrama sin pudor en la puesta en escena, sin que los materiales se resienta por ello en un guion con extraordinarios diálogos, aunque su estructura no sea perfecta al ir de un personaje a otro descuidando a veces la línea argumental que hace que se alargue en exceso, olvidándose Fernán Gómez de la viabilidad comercial de la misma en pro de darle un carácter distinto, de la que hoy día podemos decir que en cierta manera es insólita en la historia de nuestro cine.
 Gracias a la restauración llevada a cabo por Juan Estelrich, hijo del coproductor, se repone ahora este tesoro escondido de nuestro cine con cuya exhibición se hace justicia y se da oportunidad de ser vista por aquellos que no tuvieron la ocasión de hacerlo en su momento.