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CRITICA
Por: PACO CASADO
Francia concursa en la Sección oficial del Sevilla Festival de cine europeo con esta 'Suite armoricaine'.
Una suite es una composición musical formada por varios movimientos breves de distinto carácter y ritmo, con lo que se consigue el sentido dramático de contraposición y eso es lo que ocurre en esta película en la que se contraponen o se cruzan dos historias muy diferentes.
Aquí se pone en marcha con la vuelta de una profesora, Françoise Diraison, que vive en París, para enseñar historia del arte en la universidad de Rennes, en la región francesa de Bretaña, y para reencontrarse con su viejo grupo de amigos, con los que se divirtió cuando estudiaban, con el punk rock y con la lengua bretona de sus orígenes, pero que nada o poco de ello transciende lo suficiente como para que interese.
El contrapunto, por otra parte, es la historia de Ion, joven estudiante que ha huido de su madre alcohólica y sin hogar, que ha vivido con una familia que lo ha acogido, que aparece de la nada en las clases de Geografía, que asegura que su madre está muerta, mientras una mujer lo busca aduciendo que es su madre, que posiblemente trate de quedarse con el dinero de la beca de su pretendido hijo, y que se enamora de Lydie una compañera de clase ciega y bastante autónoma.
La profesora por su parte pretende encontrar la Arcadia perdida en los cuadros que analiza y estudia en las clases que imparte frente a sus alumnos.
Los caminos de los dos protagonistas cuyas tramas se cruzan van en sentido contrario, una tratando de recomponer un pasado en torno a las amistades de su época, mientras que él pretende olvidar su oscura vida hasta esos momentos.
Ese es el marco elegido por la directora Pascale Breton para contarnos la vida de esas dos personas que se encuentran en los años ochenta, en dos largas horas y media interminables que cansan al espectador con su desmesurado metraje, en el que hay lugar para el lucimiento de la bella fotografía de Tom Harari y de la música de Eric Duchamp.
La directora Pascale Breton no parece conocer lo que es el ritmo en una película por la forma tan parsimoniosa con que se desenvuelven sus imágenes, a pesar de tener en su filmografía la autoría de ocho cortos y un largometraje, 'Illumination' (2004) que fue su ópera prima, ganadora de varios premios en festivales, que no se pasó en las pantallas comerciales españolas, siendo el film que comentamos el segundo que realiza, que a decir verdad no le ha salido muy redondo que digamos.
Premio Fipresci y mejor actriz (Valérie Dréville) en el Festival de Locarno. .
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