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CRITICA
Por: PACO CASADO
'Mistress América' es la novena película del director de títulos como 'Una historia de Brooklyn' (2005) que fue candidata al Oscar al mejor guion o 'Margot y la boda' (2007), todo un especialista en cine indie.
Una comedia intrascendente que gira en torno a Tracy Fishko, una joven que recién aterriza a Nueva York para estudiar Literatura en la Universidad de Barnard. A su llegada, descubre una vida muy diferente al universo glamuroso que creía iba a encontrar, ya que esperaba vivir una gran aventura, pero se aburre en la Gran Manzana, algo que cambia cuando conoce a Brooke Cardinas, la hija del hombre con el que planea casarse su madre, una chica independiente y sofisticada, que de esa forma se convertirá en su hermanastra, que la rescata de su frustración, y con la que hace buenas migas, a pesar de ser dos caracteres tan diferentes, pero el próximo parentesco parece unirlas aunque no sea por vínculos sanguíneos, sino por las locas y tentadoras ideas de Brooke.
Este hecho en sí nos parece un argumento poco consistente para sustentar un film como éste por muy cine independiente que sea y se desarrolle en los círculos intelectuales de Nueva York, en los que la protagonista Tracy busca su propia identidad reflejada en Brooke que aún no se ha encontrado a sí misma.
Brooke, que es moderna y atrevida, pretender poner un restaurante, pero al no tener dinero va a pedírselo a quien era su novio que le fue arrebatado por su mejor amiga Mamie Claire que se casó con él y también le robó la idea de unas camisetas con las que se ha hecho millonaria.
En cambio Tracy es más apocada, menos loca y desenvuelta, pero tal vez más inteligente, aunque no lo demuestra abiertamente.
Es una cinta que pretende abarcar más que lo que finalmente logra, como suelen ser los títulos de este director, inanes y convencionales, que en este caso hace una pintura de la sociedad neoyorquina de clase media alta con pretensiones intelectuales que tiene fecha de caducidad en la que se complace.
Está situada en los ambientes intelectuales de Nueva York con unas mujeres como protagonistas, dos futuras hermanastras que se conocen antes de que se produzca la pretendida boda de sus padres.
La película posee un guion verborréico que nada comunica a pesar de que quiere decir mucho, sin ideas, que en el tercio final se convierte casi en una obra escénica con la reunión de los personajes en una moderna casa acristalada.
La guionista y actriz Greta Gerwig, y a la vez pareja sentimental del director, gesticula bastante en su personaje - que se ha escrito ella a su medida - para demostrar su desenvoltura, resultando más interesante la labor que hace Lola Kirke, pero la relación entre ambas funciona y hasta se complementan.
Posee una banda sonora que nos parece que no es la más adecuada para esta clase de cine independiente, con un punto de partida interesante, pero que termina volviéndose algo pedante e intelectualoide.
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