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CRITICA
Por: PACO CASADO
María, de 42 años, cuida de su hija Teresa de 10, a pocos kilómetros de la frontera entre Chile y Argentina. Han pasado ya diez años desde la última vez que trabajó como temporera de la fruta. Esta temporada ha decidido regresar, tras dejar a su hija con su amiga Rosa, para ahorrar el dinero suficiente e irse a vivir con su hermano a la capital, pero no sabe que se enfrentará a un pasado aún sin resolver.
El guion está inspirado en la historia real, el drama intimista de una mujer, María Cartagena, ocurrida en 1974 y en él se aborda la situación de las mujeres temporeras del campo en Chile y a lo largo del mismo se tocan tema como los abusos en la situación laboral de la mujer, los abusos y el trato vejatorio, algo que está siempre de plena actualidad, desgraciadamente, con referencia al mundo femenino.
El film muestra cómo es la vida de estas mujeres temporeras agrícolas en aquel país, donde son tratadas como ganado, en el que no disfrutan de unas condiciones laborales que podríamos decir suficientes, con las que se cometen injusticias que quedan impunes, siendo este un tema que hasta ahora no había sido tratado ni denunciado en ningún largometraje chileno.
En este sentido la cinta fue filmada en lugares reales donde trabajan las temporeras lo que le da un tomo muy realista en donde se pueden apreciar por ejemplo los insalubres recintos donde duermen, los malos aseos o cómo cuando tienen algún día de descanso acuden a un bar o a una discoteca para despejarse y relajarse del duro trabajo que hacen en el campo cogiendo la fruta y después almacenándola, en una narración casi documental.
El film sirve de denuncia social debida a la precariedad laboral y el machismo que se ejerce sobre las mujeres.
Pero esto no es más que el marco en el que se desarrolla el drama de María, madre soltera, personaje del que poco sabemos, en el que volverá a reencontrarse con su pasado, lo que le dará ocasión de enfrentarse a Raúl, el capataz con el que tenía una cuenta pendiente.
Cinematográficamente nos da la impresión de ser una cinta que no está muy bien filmada, con encuadres extraños, con un ritmo lento, premioso, como si se quisiera estirar una anécdota que es corta, que más parece un documental sobre la cogida y embasado de la fruta, con algunas acciones que deja sin terminar y que no acaba de explicar el sentido de su cometido, por lo que muchas de ellas sobran.
La dirección corre a cargo de Sergio San Martín que escribe también guion, que debutó con 'Paseo' (2009), que hace con éste su segundo largometraje.
Lo más destacado de esta película nos parece que es el aspecto documental y la estupenda actuación de la protagonista Catalina Saavedra con su rostro impertérrito, sin apenas gestualidad que marca la intriga de lo que tiene en su mente de llevar a cabo.
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