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CRITICA
Por: PACO CASADO
Es rara la semana que no acude a la cartelera alguna película de terror en sus variadas facetas y en este caso lo hace con una trama de posesiones diabólicas y con un título engañoso ya que el exorcismo no sucede en la Santa Sede.
La historia se sitúa en un pueblo en California y gira en torno a una joven de 27 años llamada Angela Holmes que lleva una vida normal hasta que comienza a tener convulsiones y comportamientos extraños que de manera inexplicable provoca heridas, terribles sucesos a su alrededor que inducen al dolor y a la muerte a los que les rodean.
Preocupados por la joven sus familiares consultan con el sacerdote de la parroquia, el padre Lozano, que sospecha que puede ser una posesión diabólica; recurre a la Santa Sede para que le ayude y le envían a dos eclesiásticos expertos en la materia que deberán enfrentarse a las fuerza del mal para exorcizar a la chica, descubriendo que su estado es peor de lo que esperaban.
La cuestión religiosa, el miedo a lo desconocido y la ayuda de los seres queridos son algunos de los temas que aquí se tratan.
Durante una fiesta de cumpleaños Angela se hiere la mano cortando la tarta, un cuervo le pica en el dedo y vuelve a atacar el taxi de vuelta de la curación lo que provoca un accidente y es ingresada en el Hospital de Saint Mary durante 42 días en coma y una vez que se recupera ataca a un bebé; estos son algunos de los hechos que se producen.
Su padre, el coronel Roger Holmes, de origen irlandés y muy católico, se casó con una prostituta y cuando tuvo a Angela fue abandonada.
En la actuación del exorcismo Angela expulsa por la boca tres huevos duros, lo cual mueve a la risa, entre otros momentos que resultan cómicos de manera involuntaria, a pesar de que el hecho es interpretado como que representan a las tres personas de la Santísima Trinidad.
Un film más de exorcismo con abundancia de acción, de truculencias, con algo de intriga, gritos, contorsiones, levitaciones, con un obispo y un sacerdote luchando contra un demonio que está en el interior de esta chica que habla en arameo y con un curioso giro al final.
El guionista de la saga de 'Fast and Furious', Chris Morgan, se pasa al género de terror con esta cinta dirigida por Mark Neveldine, un actor con apenas tres o cuatro títulos interpretados en su haber, que se pasó a la dirección con Brian Taylor en 'Crank: Veneno en la sangre' (2006) que hace con éste su quinto largometraje y primero en solitario, del que no habla muy bien en su favor su anterior título 'Ghost Rider: Espíritu de venganza' (2011) y éste va por el mismo camino, siempre sin abandonar el género, con un material previsible, sin imaginación, increíblemente absurdo y realizado de forma plana, rutinaria, torpe y poco efectiva.
Su puesta en imágenes es vulgar, sin originalidad y sin que ofrezca nada nuevo a esta clase de cine B, realizado con un corto presupuesto, mientras que los actores tratan de sacar adelante dignamente los roles que les ha caído en suerte, algunos de ellos desaprovechados caso de Djimon Hounsou o Alison Lohman, esta última esposa del director.
Creemos que el espectador se está cansando ya de ver tantas veces lo mismo, pero siempre habrá un público nuevo, joven, que pique aunque en muchas ocasiones van más a divertirse que a ver la película molestando así a los demás espectadores.
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