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CRITICA
Por: PACO CASADO
En las comedias españolas de décadas anteriores de directores como Mariano Ozores y compañeros mártires, el tema del embarazo ya había sido tratado en varias ocasiones y posiblemente con más gracia que en esta vez que comentamos, entre otras cosas porque eran comedias puras y no como es el caso en el que se mezcla con algo de drama, con lo que no se decanta a un lado ni a otro y queda que no es ni chicha ni limoná.
A sus casi 40 años Fran y Alina llevan media vida juntos y se sienten muy felices. Ambos se encuentran en un momento crucial de su relación como es decidir si tienen hijos o no antes de que se les pase el arroz.
Para ella ha llegado el instante de tener hijos, pero él no lo tiene claro, es joven, las cosas le van bien y no ve la necesidad de asumir las consecuencias de tener que cambiar pañales.
Cuando el ginecólogo les informa que los espermatozoides de Fran son "pocos, vagos y anormales" y que Alina está premenopaúsica a los 37 años, las cosas se complican más y ella desea someterse a un tratamiento de fecundación invitro, pero Fran quiere que le dejen en paz y seguir con su vida.
Ha llegado el punto de decidirse. Para Fran entre ser padre y ser libre, y para Alina entre ser madre y seguir con Fran.
La película cuenta con cierto humor los problemas que surgen antes de ser padres en una comedia generacional aseada, políticamente incorrecta, con ciertos tópicos, que recuerda a los clásicos de los años 80, que parodiaban estos temas con lugares comunes, sobre el amor, el sexo, los hijos...
Aquí todo ello está tomado al revés y dirigido a un público joven de clase media que se puede ver en la misma situación que los protagonistas, esta vez con las disquisiciones acerca de la fecundación invitro, ser padres o ser libres, ser madre o seguir con el hombre de su vida.
Aunque hay escenas humorísticas de tono irónico, se trata de un film romántico sobre la lucha cotidiana de una pareja que ha de afrontar una decisión importante, pero las pequeñas rencillas pueden poner su amor en peligro.
Para ello se ha elegido una pareja que nos resulta muy cercana compuesta por un famoso protagonista de un sin fin de comedias en la pequeña pantalla como Paco León, al que se le dan bien los personajes cómicos, aquí con un papel más serio, y a una Alexandra Jiménez que ha funcionado bien en otras cintas de este género que aporta su simpatía y buen hacer como la estupenda actriz que es. Y como guinda del pastel la breve intervención de Karra Elejalde en el papel del ginecólogo que todo lo lleva a comparaciones que resultan divertidas y sarcásticas.
La dirección cae en manos de una casi novata que ya nos ofreció 'Planes para mañana' (2010) que aquí se reúne con cuatro guionistas más para hacer esta dramedia que no acaba de funcionar como un género o el otro, ya que como drama podía ser una película seria, porque el tema lo es, pero no acaba de profundizar en ello dándole una solución poco ecléctica, a nuestro entender.
Lástima que para hacer gracia recurra a algunas escenas un tanto groseras que se las podía haber ahorrado.
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