Esta historia de amores locos no tiene demasiada consistencia, le sobra la voz en off y el inicio nos delata su final, porque los encuentros de Mathilde y Bernard, dos examantes que por azar, una vez casados con sus respectivos cónyuges, van a vivir uno al lado del otro, no es consistente y se inventa la intriga de la dueña del club para contrar el caso. Pero evidentemente no deja de ser Truffaut..
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