27 Septiembre 2021. El cuarto largometraje del director granadino, Mejor Película en la sección Panorama Andaluz del pasado Festival de Cine Europeo de Sevilla, se ha estrenado en Granada.
La Diputación de Granada acogió en la sede de la delegación de Cultura, en el Palacio de los Condes de Gabia, el estreno de la cuarta película del director granadino Ignacio G. Merlo, “Ojalá mañana”, galardonada en la última edición del Festival de Cine Europeo de Sevilla como Mejor Película en la sección Panorama Andaluz.
En aquella ocasión, Ignacio G. Merlo sorprendió al jurado del festival sevillano con una cinta que él mismo describe como un “sueño caprichoso, impredecible y nada sólido. El tiempo no es un elemento continuo y consistente por donde transcurre la vida, sino es solo una parte de la trama. Los personajes de “Ojalá mañana” viven en lucha entre la realidad, por un lado, y la fantasía, por otro, que se les impone en una sociedad del espectáculo”.
La Diputación de Granada, a través de su área de Cultura, trae a la ciudad esta película, como ya hizo con sus anteriores trabajos “Fiebre” (2011) y “La máscara de Cristal” (2019), ambos estrenados en el Palacio de los Condes de Gabia. “En todas ellas encontramos un fascinante juego de realidades e irrealidades que Merlo envuelve en lo que a veces adquiere forma de documental sin serlo. No solo juega con la narrativa, disruptiva en ocasiones, también con la textura y el color de las imágenes para enriquecer la historia”, ha señalado la vicepresidenta primera y diputada de Cultura y de Memoria Histórica y Democrática, Fátima Gómez.
En este filme, Merlo retrata a una familia de clase obrera. Olaia vive con su pareja Sebas y la hija de ambos, Lola, de 7 años, en la portería del barrio de Chamberí, en Madrid. Sebas es el conserje del edificio y Olaia limpia oficinas, aunque su ilusión es ser actriz. El juego de simulaciones habitual en el cine de Merlo también está en “Ojalá mañana”. Lo que se presenta como una película sobre la vida cotidiana de una familia es, en realidad, un complejo cuento sobre las vidas ficticias que se viven y las que se anhelan, sobre una sociedad que, a veces, es “puro espectáculo”, un espectáculo que está, en palabras de su director, “repleto de luces que no dejan ver. Solo cuando se apagan los focos y se produce una gran oscuridad somos capaces de ver al invisible”.
El propio director granadino fue quien presentó su película y protagonizó el coloquio posterior a la proyección.