DÁVID JANCSÓ es un montador de cine muy reputado.
Ha sido aplaudido por sus contribuciones a películas que han dejado huella tanto en el Festival de Cine de Venecia como en el de Cannes. Antes de lanzarse a trabajar en el cine, Jancsó estudió Derecho y Ciencias Políticas, lo que le brindó una perspectiva única de la narración y la naturaleza humana.
Nacido en una familia de cineastas, es hijo del legendario director húngaro Miklós Jancsó, conocido por su influyente obra en el cine europeo, y Zsuzsanna Csákány, una veterana montadora responsable del montaje de la oscarizada Mephisto (1981).
Esta fuerte herencia cinematográfica ha modelado la carrera profesional de Jancsó, brindándole una profunda comprensión de los aspectos artísticos y técnicos del proceso de creación de una película.
Ha trabajado en proyectos tan aclamados como la nominada al Oscar® Fragmentos de una mujer (2020), White God (Dios blanco) (2014), Essential Killing (2010) y el debut como director de Dev Patel Monkey Man (2024). Colabora frecuentemente con directores de la talla de Kornél Mundruczó, Brady Corbet y Mona Fastvold, dando forma a películas como El mundo que viene (2020) y la premiada cinta de Corbet La infancia de un líder (2015).
Su obra ha cosechado un notable reconocimiento, con cinco películas competidoras en el Festival de Cine de Venecia que han cosechado colectivamente 13 galardones. En Cannes, hemos podido ver su labor en White God (Dios blanco) (Premio Un Certain Regard en 2014), Semilla de maldad (Tender Son) (2010) y Delta (Premio FIPRESCI en 2008).
Trabajando tanto en dramas íntimos como en audaces películas de género, David aporta un enfoque colaborativo y detallado que lo convierten en un montador muy solicitado en la industria cinematográfica internacional.