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CRITICA
Por: PACO CASADO
El thriller actual es el directo heredero del cine negro de la etapa dorada del cine de Hollywood y gracias a él sobrevive sobre el western o el melodrama que eran otros géneros que convivían en aquellos momentos de gloria.
Aunque hoy se impone mucho la acción en persecuciones, a veces hechas a base de efectos especiales, de vez en cuando surge un drama moral en el seno del cuerpo policial, como ocurre en este caso con un padre, Jefe de policía, que tiene dos hijos en el cuerpo, Francis y Ray, y una hija casada con un agente.
Cuando se produce la matanza de cuatro policías en una redada de narcotraficantes, éste le pide a su hijo Ray, que se ha auto desterrado al departamento de búsqueda de personas desaparecidas, que se haga cargo del caso.
Pronto empieza a sospechar que su hermano mayor, Francis, y su cuñado Jimmy, pueden estar involucrados en los hechos.
Se le presenta así el dilema moral de la lealtad al cuerpo policial o a la familia.
Es un violento film en el que, una vez más, se denuncia la corrupción policial y el lado más oscuro de la ley exponiendo los turbios manejos de unos hombres indignos de llevar el uniforme.
Junto a ello se mezcla también el drama personal de Francis, cuya esposa está afectada de un cáncer en fase terminal, o el del propio Ray en trámite de separación de su mujer por un asunto anterior en el que se vio implicado.
Son subtramas que se mezclan con el asunto policiaco que vienen a enriquecer la psicología y el comportamiento de algunos de los personajes inmersos en el caso, unos honrados, otros con sucias lealtades o ansias de poder que abusan de la ley amparados en la placa para hacer negocios sucios.
Puede que se caiga en algunos arquetipos policiales vistos en otras películas, como 'La noche es nuestra' (2007), con la que tiene semejanza en la relación de dos hermanos, pero al no centrarse en una trama única se focaliza el problema desde varios puntos dando una perspectiva global acerca de la lealtad y el impenetrable código que existe entre los agentes del cuerpo, algo que conoce bien el director, que es hijo de un policía de Nueva York, y que expone en este su tercer largometraje.
Cinta interesante, realizada con agilidad y con un ejemplar desenlace de dramas encadenados y de redención, bien narrada e interpretada, con detalles de buen cine, que le hace destacar de los thrillers actuales al uso.
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