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CRITICA
Por: PACO CASADO
Las biografías no son fáciles de llevar a la pantalla y más si se trata de un tema tan árido para el gran público como en este caso es el de un genio de las matemáticas y autodidacta además que es lo que más asombra de esta historia con un buen guion.
A pesar de haber crecido en la pobreza en Madras (India) y sin tener estudios acreditados, Srinivasa Ramanujan Iyengar, consiguió la admisión en el Trinity College de la Universidad de Cambridge, en las fechas previas a la Primera Guerra Mundial donde se convertiría en un pionero de las teorías matemáticas de la mano y la ayuda de su profesor Godfrey Harold Hardy, un experto en la teoría de los números y el análisis matemático.
El profesor acoge bajo su tutela a este joven autodidacta, todo un gran genio de las matemáticas, que al ingresar en el Trinity College las autoridades académicas lo recibieron con gran escepticismo y prejuicios raciales.
Es la historia real de este hombre que murió muy joven, que se inicia en 1913 y acaba cuando fallece de tuberculosis en abril de 1920, a los 32 años, tras regresar a su pueblo en la India, donde fue cuidado por su joven esposa Janaki, que murió a la edad de 94 años.
Su trabajo revolucionó las teorías matemáticas y cambiaron la manera en la que los científicos explicaban el mundo y entre otras materias la mecánica cuántica y la física estadística o cuestiones como la teoría de los agujeros negros.
El guion de esta película, basado en la biografía de este hombre escrita por Robert Kanigel, tiene la dificultad de tratar un tema tan desconocido, abstracto e inmaterial para el espectador como son las altas teorías matemáticas que hace que su interés y comprensión sea difícil de asumir, en las que el protagonista encontraba a Dios en contra de su maestro Hardy un confieso ateo.
Ello le da una cierta frialdad a la trama en la que nos quedamos con los prejuicios culturales o la impresión académica de los profesores que rodean al joven matemático.
Film muy académico, muy serio, con una perfecta ambientación de la época en lo que contribuye el hecho de haber podido rodar en el Trinity College, lugar donde se desarrolla la mayor parte de la acción, bien llevada, pero a la que le falta emoción.
Era una persona con ciencia infusa sobre las matemáticas, que no había estudiado, que vivió en Oxford pero un poco al margen y padeció bastante el racismo imperante en esos momentos, que tuvo siempre en contra a los profesores que conformaban el consejo que se oponían rotundamente a admitirlo entre sus filas, por el hecho de ser indio, y por el orgullo de no verse superado por un ser más joven, que les demostraba saber más en la materia que ellos.
El personaje encaja perfectamente en la figura del actor Dev Patel que se hizo conocido a través de la oscarizada 'Slumdog Millionaire' (2008) y del que hemos visto posteriormente su trabajo en 'El exótico hotel Marigold' (2011).
A su lado se encuentra un veterano como Jeremy Irons que acoge el papel de G.H. Hardy, su protector, en una gran interpretación.
Es el segundo largometraje del realizador y guionista Matt Brown que dirige con una gran corrección, en el que ha contado con la buena actuación de los actores británicos a sus órdenes a los que no ha tenido más que dejar hacer dada su veteranía y experiencia.
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