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CRITICA
Por: PACO CASADO
A veces no le es fácil a un actor pasar el terreno de la dirección, sobre todo cuando se empeña en hacer una ópera prima de las característica que ofrece 'Bailando con lobos' (1990).
Después ser protagonista involuntario en una victoria ante las tropas sudistas durante la Guerra de Secesión americana, el teniente John Dunbar, convertido en héroe, solicita un destino insólito, ser trasladado a la frontera del Oeste antes que ésta desaparezca, un lugar próximo a una tribu india, lo que le permitirá conocer de cerca la verdadera realidad del pueblo sioux.
Pronto se hace amigo de lobos y de nativos americanos, lo que lo convierte en una aberración intolerable para el ejército al que pertenece.
Enseguida descubre que el puesto al que ha sido destinado está desierto, sin ningún militar que lo atienda.
En poco tiempo, Dunbar establecerá fuertes vínculos con una tribu sioux que vive en la zona.
La inicial desconfianza de ambos bandos da paso a la comprensión y aceptación de las costumbres, en definitiva al respeto mutuo que conduce a una coexistencia pacífica.
Durante el tiempo que vive solo se dedica a estudiar a los indios que quieren quitarle el caballo, mientras hace una defensa de su cultura, las reivindicaciones y los derechos de esta raza que está a punto de ser extinguida por el hombre blanco.
Para un actor no es fácil hacer una ópera prima como director, máxime cuando presenta un proyecto de casi tres horas y en un género tan casi desaparecido como el western.
'Bailando con lobos' (1990) está considerada como uno de los debut tras la cámara más exitosos de los últimos tiempos.
Como director Kevin Costner se empeñó en ello y tras mendigar por todas las productoras decidió producirlo él mismo, señal inequívoca de que lo tenía todo muy claro y mucha fe en ello y así realizó una ópera prima realmente elocuente y sencilla, con unas maravillosas localizaciones en los territorios de Dakota del Sur y una hermosa banda sonora compuesta por John Barry.
Hay en este film una llamada al ecologismo, mezclada con una tierna historia de amor con una mujer blanca, criada como una india por una tribu de sioux.
Debido a su larga duración, a la épica de su contenido, son constantes las subidas y bajadas de ritmo, pero las pinceladas de humor relajan la tensión del espectador en determinados momentos y la hacen mucho más amena.
El esfuerzo ciertamente mereció la pena porque el público también le concedió ampliamente su favor con su asistencia logrando que fuera un gran éxito de taquilla.
Un western idealista que tuvo la visión de invertir los papeles tradicionales del género, haciendo de los indios los héroes del relato y de la caballería los villanos de la función, algo que sin embargo no era nuevo, pues ya se había visto en otras cintas anteriores como 'Soldado azul' (1970), de Ralph Nelson o 'Pequeño gran hombre' (1970), de Arthur Penn.
7 Oscar. Oso de plata en Berlín. Globo de oro al film y al guion. Premio BMI a la música. Premio de la sociedad de Casting. Mejor fotografia de los críticos de Chicago. 5 Premios de los críticos de Dallas. Premio DGA. Premio Cámara de oro del cine alemán. Gramy a John Barry. Especial distinción en los Spirit. Mejor cinta extranjera de la Academia japonesa. Tre NBR. Premio PGA a la producción. Mejor film en los premios Danish. Premio WGA al guion. Y numerosos premios internacionales.
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