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CRITICA
Por: PACO CASADO
No es frecuente que el cine brasileño llegue a nuestras pantallas comerciales, pero este mismo año ya se había estrenado 'Una segunda madre' (2015) y ahora nos llega esta otra película, 'Casa grande' (2014), aunque lo hace con dos años de retraso.
Ambientada en el mundo de la élite social, en la alta burguesía de Río de Janeiro, es la historia de Jean Cavalcanti, un adolescente que lucha por escapar de sus padres sobreprotectores al tiempo que su familia entra en bancarrota.
El chico asiste a una escuela privada donde estudia el último curso de secundaria antes de pasar a la universidad; no tiene preocupaciones, vive con sus padres, Hugo y Sonia, y su hermana Nathalie en una casa grande, con sirvientes: Rita la empleada doméstica, Noemia la cocinera y Severino el chófer, dada la posición económica de la familia que habita en uno de los barrios más acomodados de la ciudad.
Los padres desean que Jean saque buenas notas para ir a la mejor Universidad, algo en lo que éste no se esfuerza demasiado, ya que lo que quiere es ser músico.
Entre tanto puede ver cómo su familia se desmorona en lo económico debido a lo mal que su padre lleva los negocios, lo que le va conduciendo a la quiebra.
Mientras él acaba de conocer en el autobús a Luiza, una joven estudiante que le agrada y con la que se siente bien, aunque no es de la élite familiar en la cuestión económica, con la que descubre el primer amor de su vida y el despertar sexual, pidiéndola a Rita que le enseñe cómo besar a una chica.
En esos momentos la familia para comenzar a ahorrar va despidiendo a los criados y suprimiendo gastos superficiales o evitando despilfarros innecesarios.
El guion se detiene más en la historia juvenil que en la cuestión social y económica que subyace por debajo y que tal vez tiene mejor intención logro en ponerla de manifiesto que puede que pase un tanto desapercibida para el gran público.
En el film se tocan temas como la decadencia familiar que el padre oculta sistemáticamente y miente a los miembros de la misma en la cuestión monetaria y en su actuación con respecto a los criados que son despedidos progresivamente para ahorrar, el tema de las cuotas de clases cuya ley fue aprobada recientemente referente a la igualdad de oportunidades en la enseñanza de los alumnos de la escuela pública como igualmente de negros, mulatos o indígenas, las relaciones padre e hijo que pretende alcanzar pronto los 18 años para emanciparse, así como la búsqueda del primer amor y las consiguientes relaciones sexuales.
De alguna manera la cinta refleja algo de lo que está ocurriendo en Brasil en estos años en cuanto a la crisis política que vive el país que no acaba de despegar como una gran nación presa de sus propios viejos problemas internos.
El director tomó la idea de sus recuerdos personales ya que como el protagonista perteneció a esa clase social de la que siempre quiso escapar y de un libro clásico cuyo título se podría traducir como amos y esclavos cuyo contenido trasladó a la actualidad y del que apenas queda nada en el argumento final de esta película que refleja un mundo aparte de una clase que disfrutó de buenos momentos económicos y que ahora afronta una realidad negativa debido a la crisis y la corrupción, situación que ella misma ha provocado.
A la hora de la puesta en imágenes Fellipe Barbosa lo hace con eficacia, utilizando mucho el plano fijo, para esta historia juvenil con pretensiones sociales en esta su ópera prima cuyo reparto está integrado por actores amateur para los jóvenes y para los adultos veteranos consagrados en los culebrones televisivos.
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