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CRITICA
Por: PACO CASADO
En el cine de acción los guionistas cada vez se inventan aventuras más espectaculares. Antes eso únicamente lo ofrecían las películas de James Bond, en cambio hoy en día cualquier producción puede dejar con la boca abierta a los espectadores. Y dentro de ese cine de acción actual, no cabe duda, de que el actor inglés Jason Statham se ha hecho un hueco para estar entre los mejores del género ya que algunos de ellos están ya un poco quemados.
En este caso regresa como el asesino de élite Arthur Bishop, que pensó que había dejado atrás su pasado criminal al fingir su muerte, pero se encuentra de nuevo con él en el momento en que Gina, la mujer de su vida, es secuestrada por el poderoso empresario Crain, uno de su más temibles y el mayor de sus enemigos.
Ella está al frente de una misión muy humanitaria como es sacar adelante una escuela para niños en Camboya.
Debido a esto, se ve obligado a viajar por el mundo, y todo ello poco menos que contra reloj, para llevar a cabo tres asesinatos imposibles de individuos superpoderosos, muy bien protegidos, en distintos continentes y hacer su especialidad; que a los ojos de los demás aparezcan como que han sido simples accidentes. (pordede)
Esta es la secuela de 'The Mechanic' (2011), que dirigió Simon West, que no era más que el remake del film 'Friamente sin motivos personales' (1972) de Michael Winter, que protagonizaba Charles Bronson, basado en el guion de Lewis John Carlino, del que se vuelven a tomar los caracteres para hacer una cinta más moderna, más aparatosa, con situaciones cada vez más imposibles en la que Bishop vuelve a la carga en una trama sin mucho sentido.
En esta segunda entrega dirige el alemán Dennis Gansel, que debuta en el cine americano, que tiene en uno de sus primeros largometrajes 'La ola' (2008), que fue premiada en varios festivales, que estaba bastante bien, y que ahora ha derivado al cine de accion pura y dura más comercial.
El guion es un auténtico tebeo de acción con situaciones fantásticas, nada creíbles y soluciones imposibles a los embrollos en los que se ve metido el protagonista y todo ello contra reloj, yendo de un continente a otro y siempre teniendo los medios necesarios para llevar a cabo su trabajo, ya sea coche, moto o helicóptero y no digamos de armas o explosivos, enfrentándose siempre a un buen número de enemigos y sin recibir ni un rasguño, sin que falten las explosiones, tiroteos, escapadas imposibles y muertes por doquier.
El fin no debe en este aspecto justificar los medios aunque en este caso sea por una buena causa como es salvar el colegio de unos niños que no tienen recursos.
La película no es más que lo que lo que promete, acción por un tubo, una producción entretenida, con un personaje que es capaz de acciones imposibles, con secuencias que llegan a ser inverosímiles, pero tratando de que parezcan reales, lo cual no siempre se logra, pero está correctamente filmada y no aspira a ofrecer nada más, con un montaje a veces demasiado rápido.
Hay que saber lo que se va a ver, que no es más que una pelicula para pasar el rato que es en definitiva para lo que vamos muchas veces al cine, a evadirnos durante dos horas, aunque en otras sea para ver argumentos más profundos y dramáticos que nos hacen pensar.
En este sentido la acción sucede en paises muy diversos ya que pasa desde Brasil al continente asiático y a Australia lugares de los que aprovecha los maravillosos paisajes más diversos.
En cuanto al personaje central que encarna Jason Statham es un antihéroe, ya que se trata de un asesino violento que es contratado para cometer crímenes, algo que quiere dejar atrás y olvidar su pasado, pero no lo dejan y como profesional hace su trabajo con gran esmero y de forma sumamente espectacular.
A su lado le da respuesta la guapa Jessica Alba como la mujer objeto de su misión que no es otra que salvarla de las manos de sus enemigos, uno de los cuales es encarnado por Tommy Lee Jones en un papel no muy extenso pero que hace de forma original el gran actor.
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