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CRITICA
Por: PACO CASADO
Trata sobre el conflicto armado en Colombia centrándose en tres historias que tienen el mismo tema en común, la violencia de la cotidianeidad de un secuestro por la guerrilla, la de un joven bogotano que busca trabajo usado como falso positivo por el ejército y la de un sanguinario comandante paramilitar que enseña a los suyos cómo actuar de forma violenta.
Opera prima de Jorge Forero que se desmarca de la estructura narrativa convencional para reflejar la crueldad de tres personajes en cuyas historias la violencia se ha vuelto parte de la vida diaria, sin juzgar lo bueno o malo de sus actos, para los que matar o morir es un aspecto cotidiano de su existencia.
En la primera de ellas un hombre que ha sido secuestrado y materialmente encadenado como un perro por la guerrilla, es materialmente arrastrado en sus desplazamientos a través de la selva y tiene como único consuelo los mensajes de sus familiares que oye por la noche en la radio que son los únicos sonidos que junto con los ambientales de la naturaleza que se oyen en este episodio, que comienza con ellos en un largo plano en negro.
Es el mejor de los tres episodios, por decir algo, ya que la mala fotografía que apenas deja ver nada en esos largos planos nocturnos hace que nos distanciemos de la breve historia, afortunadamente, como los son los tres capítulos que apenas rebasan en conjunto la hora y cuarto de metraje, en esta cinta vanguardista que nada tiene que ver con el concepto que tenemos de cine tradicional.
En el segundo capítulo un joven de un barrio marginal de Bogotá, que busca trabajo, resulta cautivo por la policía siendo asesinado para presentarlo como un guerrillero muerto en combate y en la tercera parte un comandante paramilitar enseña a sus subordinados a ejercer la violencia de una forma bastante cruel, torturando, como debe ser habitual en los componentes de este grupo, y obligando a uno de ellos a matar fríamente a una prisionera atada a un árbol.
Previamente se nos ha mostrado cómo degollar y sangrar a un animal a cámara fija, para ir entrando en materia.
Son tres de los diferentes aspectos del conflicto que viven los habitantes de Colombia con respecto a la guerrilla desde hace más de cincuenta años imbricados en la vida cotidiana del país, que es de esperar que algún se llegue a ese tan cacareado acuerdo de paz y entreguen las armas de una vez para que puedan vivir en paz.
El director bogotano Jorge Forero en ésta su ópera prima, sigue a los personajes con su cámara que ficciona estas historias que componen su película en la que se recogen solamente los hechos para que el espectador saque sus conclusiones, presentados en planos de larga duración y escasos de diálogos, para que nos hagamos cargo de lo que es y lo que significa sufrir esa lacra de la violencia.
Quizás para quienes no estén familiarizados con lo que pasa en Colombia les falte una referencia para situar estas historias, pero la irracionalidad de la violencia, aspecto que da título a este film, habla por sí sola, sin necesidad de más conocimiento de esa realidad que nos cae tan distante, pero no por ello menos sentida.
La cinta posee más buena voluntad que logro fílmico que pensamos no tiene en absoluto, ya que parece más tres ejercicios de escuela sobre ese mismo tema, bastante artificiosos, pero no para ser proyectado en una sala comercial por la deficiencia que arrastra en su realización y el poco interés que en ese aspecto desprende.
Pasó por el Festival de cine de Berlín 2015. Carabela de plata al mejor film en la Sección Rábida del Festival Iberoamericano de Huelva 2015. Mejor guion en el Festival de Amiens.
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