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CRITICA
Por: PACO CASADO
Si le damos la vuelta al título español y lo alteramos ortográficamente, tenemos el resultado artístico de esta producción que, según se nos dice en los créditos de inicio, está basada en un hecho real sucedido en 1997 en Charlotte, Carolina del Norte, y en este caso habrá que creérselo ya que en las imágenes finales aparecen los actores en compañía de los verdaderos delincuentes que llevaron a cabo el mayor robo de millones de la historia de los Estados Unidos que posteriormente fueron condenados a 25 años de cárcel.
Esta surrealista y disparatada comedia se centra en David Ghantt, un pobre hombre atrapado en una vida monótona, que conduce un vehículo blindado transportando millones de dólares a los bancos y otras entidades.
Lo único emocionante de su trabajo es su guapa y coqueta compañera Kelly Campbell, quien pronto trastocará todos sus planes y le llevará a cometer un grave delito por amor.
El problema comienza cuando David se enamora de Kelly que, al dejar su trabajo, e incitada por Steve Chambers, alias Gepetto, un granuja local junto a un grupo de delincuentes de medio pelo, le convencerá para vaciar la cámara acorazada de la empresa Loomis Fargo en la ciudad de Charlotte donde él trabaja y planearán un robo de 17 millones de dólares.
Con un equipo de inexpertos, los rastros que irán dejando serán más que evidentes por lo que sólo habrá una cosa más difícil que organizar y cometer el robo: escapar con el dinero.
Como decíamos está basado en un hecho real que en este caso se ha trasladado al cine en forma de comedia gamberra que resulta muy poco eficaz, cuando en realidad si se hubiera hecho en tono de thriller serio posiblemente hubiera sido más emocionante y se le hubiera sacado más partido al tema, ya que robos importantes se han llevado a la pantalla con más acierto.
En cambio al adoptar el género de la comedia se hace realmente el ridículo y los actores se convierten en unos memos estúpidos que acentúan sus características de forma bastante ostensible, que nada añade a su historial profesional a pesar que de algunos de ellos se han visto en producciones cómicas de mayor entidad y comercialidad.
Evitaremos siquiera volver a mencionar sus nombres (ya los tienen en la ficha técnica) para no hacerles más agravio.
Qué se puede esperar de Jared Hess, nacido en Utah, director de comedias como 'Napoleon Dynamite' (2004) que fue su debut en la realización y 'Super Nacho' (2006), dos bodrios semejantes, los únicos, afortunadamente, que tuvimos que soportar en España de los cuatro títulos que conforman su filmografía, que vuelve a ponerse a nivel de los precedentes con este quinto en el que no se produce el dicho taurino de "no hay quinto malo", sino en este caso todo lo contrario, aún peor.
Esta vez es el responsable total de este desafuero ya que es también autor del guion con su esposa, en compañía de otros, por lo que no tiene escapatoria con respecto a su responsabilidad. Comenzamos mal el año.
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