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CRITICA
Por: PACO CASADO
Lo menos que se le puede pedir a un guionista cuando inventa una serie es que sea honrado y consecuente. Don Mancini, creador del 'Muñeco diabólico' (1988), del que ha escrito ya cuatro capítulos, cada vez lo mata de una forma diferente y de nuevo vuelve a resucitar en la siguiente entrega.
Las dos primeras se exhibieron en salas comerciales en España, la tercera se ha visto recientemente en Televisión española y ahora nos llega la cuarta entrega, tras el éxito comercial en su estreno en Estados Unidos y conseguir dos premios en festivales de cine fantástico sin importancia, como los de Courmayeur (Italia) y Gerardmer (Francia).
Tiffany, la novia del asesino, rescata de la comisaría los restos del muñeco y le vuelve a infundir vida.
Poco después ella también recalará en una muñeca y juntos buscan dos cuerpos humanos en los que encarnarse de nuevo.
Entre tanto tendrán ocasión de cometer múltiples crímenes, hacer el amor y hasta amenazarnos con una próxima entrega en la que su hijo, probablemente, será el protagonista.
Ya está bien de tomarnos el pelo.
El responsable esta vez es el director de Hong Kong, Ronny Yu del que ya conocemos 'Guerreros de la virtud' (1997), que no aporta nada nuevo en esta ocasión, en una realización, que a veces resulta ridícula y hasta risible.
Entre los intérpretes la más conocida es Jennifer Tilly que desaparece de pantalla a la hora de proyección para seguir prestando su voz a la muñeca en la continuación.
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